El nuevo paquete de medidas de la Unión Europea contra el cambio climático y las emisiones ha puesto fecha a la prohibición definitiva de la venta de coches contaminantes: a partir de 2035 todos los vehículos comercializados en Europa deberán ser cero emisiones.
Recordemos que la Ley de Cambio Climático española, aprobada este año, contemplaba la prohibición de coches de contaminantes para el año 2040, por lo que la nueva regulación europea adelantaría en cinco años esta medida.
El anuncio llega de la Comisión Europea, desde la cual su presidenta, Ursula von der Leyen, oficializó el “Fit for 55”, una serie de políticas que buscan legislar distintas industrias a nivel del continente, entre ellas el transporte, que juega un rol clave.
A partir del año pactado, solo se podrá vender coches eléctricos o de hidrógeno. Un punto a tener en cuenta es que los híbridos quedarán descartados, a menos que se desarrollara una tecnología combustible de cero emisiones. Su rol será puramente de transición hasta 2030.
El nuevo paquete de regulaciones actualiza las anteriores directivas, las cuales contemplaban una reducción en emisiones de CO2 en coches de 15% para 2025 y de 37.5% para 2030. Ahora, se mantiene la cifra para 2025 pero se coloca como objetivo el 55% para 2030 y 100% para 2035. Los objetivos también se aplican a furgonetas.
A fin de facilitar esta transición, la UE contempla el despliegue de infraestructura de carga y de hidrógeno de forma extendida, interoperable y de fácil uso, incluyendo “intervalos fijos a lo largo de los mayores corredores de Europa”.
En ese sentido, y acompañando el impulso al vehículo eléctrico que seguirá a las medidas, se contemplan los siguientes hitos: un millón de puntos de carga para 2025, 3.5 millones para 2030, 11.4 millones para 2040 y 16.3 millones para 2050.
Se establece el colocar puntos de recarga de al menos 300 kW cada 60 km para vehículos eléctricos y cada 150 km para el repostaje de coches de hidrógeno. Será también cada 60 kilómetros para el transporte pesado, aunque con un mínimo de recarga de 1400 kW para 2025.
Las normas no aplican a motos ni camiones pesados, si bien se espera que posteriores legislaciones revisen estos dos apartados a futuro.
El documento también contempla la descarbonización de la aviación y el transporte marítimo.
En el primer caso, la aviación comercial está llamada a mezclar progresivamente biocombustibles, mientras que los barcos que atraquen en puertos comunitarios deberán usar fuentes renovables y tecnologías bajas en carbón.
A fin de que los países miembros de la Unión puedan cumplir las normativas, el plan prevé la creación de un fondo de 72 mil millones de euros en el período 2025-2032 para paliar el impacto del encarecimiento del suministro energético.
Asimismo, se espera la fijación de un precio a las emisiones de CO2 para contribuir a su reducción. En los próximos meses, la Comisión tendrá que pactar con el Parlamento Europeo y los gobiernos las medidas y su aplicación.