A medida que avanza el retrofit en Latinoamérica, empresas y usuarios que se enfocan en esta actividad concuerdan que uno de los mayores desafíos de su desarrollo radica en las importaciones.
Para Diego De la Serna, co founder de Go Electric, es de suma urgencia hacer hincapié en la reducción de las tarifas de importación: “A medida que bajen los aranceles, los productos que son tan vitales para la industria se podrán importar mucho mejor. Esto implica un mayor acceso a los productos y un menor costo final en la conversión”.
Tal es la demanda en este sentido del sector, que se trata de una de las premisas por la que trabaja la flamante Asociación Latinoamericana de Retrofit, como había adelantado su presidente, Gabriel González Barrios, a Portal Movilidad.
“La reducción de impuestos en la importación de componentes eléctricos para VE y que los beneficios que se creen a los vehículos eléctricos importados sean de aplicación a los convertidos en forma local es una ayuda al desarrollo”, había señalado en febrero el directivo sobre los incentivos a implementar.
En la misma línea que De la Serna, Ricardo Rivero de Electro Auto asegura durante el especial de la Asociación Argentina de Vehículos Eléctricos y Alternativos (AAVEA): “Lo de los aranceles es importante, pero además todos los productos que se importen para la conversión deben ser considerados elementos automotrices, que lo son, para ser utilizados en la industria”.
Y agrega: “Últimamente, estamos trayendo componentes que no están tipificados como automotrices y que conforman un conjunto -kit de retrofit-, sino como elementos aislados. Por ejemplo, las bombas de freno, no están incluidas como equipamientos para la industria. Es importante que en parte del arancelamiento aduanero sean componentes de grado automotriz, pero aún no fueron tipificados así en el país. Deberían tener un arancel diferenciado del 2% o 0%”.
Pese a las dificultades que se pueden presentar, el ingeniero en electromecánica Javier Idzi prevé un futuro positivo para la industria: “Para mí, el retrofit va a tener un tiempo largo. Creo que las automotrices de Latinoamérica no van a comercializar autos eléctricos, mientras que los que sí se vendan tendrán costos muy elevados. Además, nosotros tenemos un parque automotor muy grande y viejo, no tenemos una venta de autos como en otras partes del planeta”.
“Creo que el retrofit va a ser una solución”, afirma Idzi, que cierra: “Pienso que para el transporte público y de carga y la disminución de contaminación va a ser muy importante. El retrofit va a ser una industria muy significativa, no solo en esta parte del mundo. Asimismo, en Latinoamérica, es muy linda la comunidad que se ha formado. De ella se puede aprender muy rápido”.