El modelo de negocio de la última licitación de buses en Santiago dio oportunidad a la electromovilidad en el transporte público y hasta convirtió a la ciudad en la que más buses eléctricos tiene en circulación en la región latinoamericana.
Como informa y realiza el seguimiento Portal Movilidad, de momento hay otra licitación en curso que puede aumentar en el próximo año la cantidad de e-buses en la Red Metropolitana de Movilidad.
Pero, de acuerdo a la Ley de Presupuesto 2020 que aplicará en el año 2021, el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones (MTT) provisionó recursos para dos procesos de licitación en regiones.
Se trata por un lado de la implementación de flotas y terminales eléctricos en Concepción y Temuco con un modelo de negocio similar al de Transantiago que se realizará a través de una filial de ferrocarriles llamada FESUR como encargada de la licitación pública del proveedor de flota.
En esta región el trazado se compone de dos rutas para Concepción con una flota de 25 buses eléctricos y una ruta para Temuco con una flota de 10 buses eléctricos.
Así, el Estado va a licitar los e-buses a través de FESUR y se los va a entregar a los operadores privados elegidos vía concurso público para que los exploten.
Tanto Temuco como Concepción cuentan con una flota grande de buses y la infraestructura será nueva, parte de la licitación de provisión.
No obstante, la realidad del sector transporte, los niveles de empresarización y de regulación de la actividad son muy distintos en Santiago comparado con otras regiones. Por tal motivo puede entenderse que en estos casos sea necesario un modelo de negocio en el que alguien compre directamente y ponga el financiamiento.
Por otra parte, en Antofagasta se va a licitar una operación y a esa operación se le van a exigir buses eléctricos donde el financiamiento estará a cargo del operador privado en Concurso Perímetro Exclusión Eléctrico Público del MTT.
Este esquema también es muy similar al aplicado en Transantiago, pero ¿qué posibilidades tendrá el operador privado de adquirir el financiamiento necesario? ¿Existe en las regiones un nivel de empresarización que pueda dirimir en conjunto estas cuestiones?
Lo cierto es que el punto clave en estos modelos -como en el Red- es el financiamiento porque en el país el sector transporte tiene escaso acceso al mismo en el sector formal.
En definitiva, la escalabilidad de estos modelos dependerá de la oportunidad y posibilidad que las regiones tengan para solventar las cuestiones referidas a electroterminal, protocolos de carga, grado de empresarización y sobre todo al financiamiento.
Por tanto, el gran desafío de la elecrromovilidad para el sector transporte público implica generar mecanismos permanentes que apoyen el financiamiento de este tipo de proyectos incorporando sus efectos favorables en el medio ambiente a su evaluación social.