De a poco, en Argentina se avanza con un escenario que incorpora a las energías sustentables como parte de la movilidad. Con este objetivo en mente, se espera que en el 2021 prospere el proyecto impulsado por el sector para la conformación de un marco regulatorio necesario.

“Presentamos un proyecto y, quizás, este año podamos tener una ley de movilidad”, señala optimista Eduardo Rastrelli, gerente de la Asociación de Fabricantes de Automotores (ADEFA), en el webinar de Aavea con Mariano Jimena.

El plan consensuado con distintos actores del sector y el gobierno persigue objetivos como el desarrollo de nuevos modelos y autopartes, el impulso de nuevas motorizaciones, la promoción y transferencia de nuevas tecnologías, el cuidado del medioambiente y la mejora en la seguridad vehicular.

Según Rastrelli, el punto fundamental de reglas de juego claras es la posibilidad de obtener previsibilidad para tomar decisiones en el futuro. Asimismo, esas políticas deben traducirse en incentivos para fomentar el sector.

“Cuando hablamos de incentivos, no se trata solo de aquellos económicos. También nos referimos a los de uso y circulación, como sucede en México y Colombia”, destaca el empresario, y agrega: “Hoy, a como están planteados, los incentivos no tienen un impacto de relevancia. Hay que tener más presente los beneficios que trae este tipo de movilidad”.

En la consecución de este propósito, sin embargo, deben tenerse en cuenta las capacidades del país como productor de energías gasíferas, renovables y petroleras, así también como otras cuestiones como, por ejemplo, la extensión del territorio.

En este sentido, Rastrelli resalta que “a la movilidad hay que verla en un sentido amplio y que es necesario adecuar un camino intermedio” hacia la sustentabilidad que, por ahora, “se base en, por ejemplo, camiones propulsados por GNL y GNC”.

De hecho, en el país existe la fabricación de camiones con esa motorización, que implica menos contaminación y ruido. Además, las terminales están llevando a cabo capacitaciones en los talleres de posventa, en un trabajo en conjunto con SMATA.

“La industria automotriz, con la irrupción de las nuevas tecnologías, se encuentra en plena readecuación y reinversión. Lo que hay por delante es un desafío, que abre muchas oportunidades”, apunta Rastrelli.

Con una visión realista a largo plazo, Argentina apuesta a una pronta regulación de los vehículos basados en energías sustentables y, en el camino por delante, pone sus fichas en una ruta intermedia mucho menos contaminante que la actual.