Latam | Buses
miércoles 18 de agosto de 2021
Cuáles son los tres ejes a considerar para incorporar buses eléctricos con la inversión adecuada
Para los expertos, muchas operadoras que incorporan buses eléctricos usualmente cometen un error que puede disminuir la eficiencia de la unidad y no aprovechar al máximo la inversión realizada.
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Empezar de atrás hacia adelante para que las nuevas tecnologías se adapten al modelo de negocios y no viceversa es la clave que encontraron los operadores de buses de Latinoamérica tras sus respectivas experiencias. Aunque parezca una visión obvia, lo contrario se trata de un error muy usual, el cual puede significar pérdida de tiempo y dinero al empresario. 

“Antes de ver cómo uno se adapta a esta tecnología, hay que tener en cuenta cómo esta se adapta a nuestro negocio sin generar grandes cambios”, advierte Marcello Gargaglione, jefe del departamento de transporte, investigación y mercado en CUTCSA, durante el Especial Movilidad Eléctrica en Latinoamérica y Caribe organizado por Portal Movilidad

Y agrega: “En nuestro caso, tuvimos presente esto desde un principio y pudimos sacar una gran cantidad de conclusiones y experiencias al respecto”. 

La empresa uruguaya fue una de las cuatro Operadoras de Transporte Público (OPT) que adquirió 20 unidades eléctricas, las cuales se incluían en el plan de movilidad elaborado por las autoridades locales el año pasado. Ahora, espera a que el proyecto continúe con la posibilidad de sumar más de estos vehículos. 

En concordancia, Diego González, director de mantenimiento de la concesionaria de Santiago de Cali Blanco y Negro Masivo, afirma que es  necesario seguir una serie de pasos previos a incorporar estos buses para que realmente alcancen un objetivo concreto y no se malgaste el capital invertido.

 Para González, en este sentido, hay tres puntos fundamentales. En primer lugar, “no hacer que todo se adapte al bus eléctrico”. 

“Se debe analizar una demanda en la cual uno pueda incorporar un bus eléctrico para que este sea competitivo, cumpla las necesidades del usuario y se genere una buena oferta. Se debe contabilizar, por ejemplo, el número de pasajeros, cuántos kilómetros hay que recorrer, cuál es el tipo de ruta y cuál es el mercado”, indica. 

El segundo punto está relacionado con la red eléctrica existente en la zona. Sobre esto, señala: “Hay que tener una infraestructura eléctrica. Aquí es donde uno consigue buenos aliados y empieza a modelarse el modelo financiero”.

Para Gargaglione, este también es un aspecto importante. Para él, no solo hay que tener en cuenta lo que puede costar el bus eléctrico sino también es necesario incluir en el presupuesto la infraestructura que lo rodea donde se asegure el suministro eléctrico. 

Por último, González afirma que habiendo seguido los dos pasos anteriores el operador puede “buscar la unidad que solucione el problema de la demanda teniendo en cuenta la infraestructura eléctrica que se pueda llegar a tener”. 

“De esta manera, hay un alto porcentaje de cumplir con éxito las necesidades del usuario. Cuando lo hacemos al revés, comienzan a generarse impactos en el mismo”, concluye. 

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