El Gobierno de Guatemala está trabajando finalmente para incentivar la movilidad eléctrica.
En diálogo con Portal Movilidad, el Viceministro Encargado del Área Energética, Manuel Eduardo Arita, había adelantado que el Gobierno ha desarrollado pocas acciones en torno a los vehículos eléctricos.
Sin embargo, en ese entonces, el país se encontraba dando los primeros pasos hacia la transición.
En ese sentido, en el marco del Segundo Congreso de Movilidad Eléctrica de Guatemala, Arita sostiene: “Prevemos las condiciones necesarias para lograr que el uso de vehículos eléctricos en el parque vehicular sea una realidad”
Esta apuesta sería traccionada por la ley de incentivos fiscales, la cual había sido presentada en paralelo a un plan de movilidad eléctrica a inicios del 2021.
En referencia a esto, Arita sostiene que “la responsabilidad abarca la emisión de resoluciones que facilitan cuestiones tributarias” con las cuales apuntan a generar incentivos que promuevan la demanda de vehículos eléctricos.
Con esta medida, se permitiría que el sistema de transporte eléctrico también acceda a los beneficios y logre componer un parque vehicular cero emisiones.
Según Arita, este tipo de exenciones contempladas por la ley permitiría que determinados repuestos queden liberados del Impuesto al Valor Agregado (IVA) en la importación y primera venta. Al contemplarse dentro de “un periodo prudente”, brindaría la posibilidad al país de impulsar la tecnología.
La medida estará vigente en un plazo de diez años para los vehículos y determinados cargadores, mientras que otras previstas para el impuesto de circulación de vehículos se darán de forma gradual durante cinco años.
En otros sectores, la ley prevé además la exención del impuesto sobre la renta para los proveedores de servicio de carga y productores de vehículos, también en un periodo de diez años. Esta instancia, a diferencia de las anteriores, fomentaría la generación de oportunidades de inversiones en el país.
Siguiendo esta línea, Arita hizo especial énfasis en la importación de vehículos eléctricos que, por consiguiente, al insertarlos en el mercado nacional implicaría la promoción en entrada de repuestos al país así como también la instalación de redes de electrolineras.
Además, señala que fomentar estas medidas resulta “muy importante para hacer viable el modelo de operación de vehículos eléctricos”.
Por su parte, la Comisión se encargaría de atender la operación técnica a través del establecimiento de tarifas horarias para la carga de vehículos.
También procurará incentivar la carga residencial con el propósito de “incrementar la eficiencia y mejorar el factor de carga”, explica Arita.
De esta forma, remarca que el esfuerzo por escalar hacia la electromovilidad sería traccionado gracias al aporte de distintos actores como comercializadores, distribuidores y usuarios. Refiriéndose al rol que deben suplir, se espera que estos puedan operar como prestadores de servicio de carga.
En relación a las oportunidades que brinda la transición y los incentivos que apuntan a concretarla, Arita anuncia que desde el sector buscan promover el incremento del consumo de la energía producida en el país.
Dado que Guatemala se caracteriza por producir energía eléctrica mediante fuentes limpias, el costo-beneficio resulta más favorable y económico en relación a los hidrocarburos.
Sin embargo, las propuestas impulsadas no sólo tienen como objetivo brindar seguridad en el abastecimiento energético y la reducción de la dependencia hacia los hidrocarburos, sino que también tiene miras al futuro con la generación de licitaciones.
Sobre el final destaca que, tras la sumatoria de los incentivos que planifican, se crearían grandes aportes tales como la diversificación de la matriz energética.
En este marco, el Viceministro Arita sugiere que las metas apuntan a la generación del suministro de energía eléctrica para Guatemala con proyecciones hacia la autosuficiencia energética.
“Una de las metas de nuestra política general de Gobierno es alcanzar en 2023 un 90% de cobertura”, aclara, agregando que se trata de un sueño que se encuentra muy cerca de convertirse en realidad.