En vez de ir a un comercio y comprar su e-bike nueva, los usuarios están optando por convertir su bicicleta en una eléctrica. Muchos han encontrado en esta práctica un pasatiempo, mientras que otros aprovechan a ahorrar algún dinero extra. Pero, ¿es esta actividad realizable para cualquiera que lo intente?
Portal Movilidad realizó esta pregunta a Jorge Huerta, especialista en retrofit, quien aseguró que sí pero que son necesarias algunas consideraciones a tener en cuenta.
“No se necesitan herramientas demasiado avanzadas y hay mucha información en internet”, señala Huerta, que agrega: “Aunque si bien no es algo muy complejo, sí se necesitan conocimientos de electricidad”.
Asimismo, un consejo que da comúnmente radica en el momento previo a la hora de poner manos a la obra, durante la planificación. “Hay que planear muy bien qué se va a hacer porque sino nos va a salir más caro”, explica.
Luego, continúa: “Antes de comprar los componentes se debe pensar bien cuál es el uso que se le va a dar. Si tengo pensado hacer una bici eléctrica para andar en caminos con mucha pendiente, necesitaría considerar un sistema potente. Un banco que tenga buena capacidad y un motor que tenga buena potencia”.
Teniendo esto en mente, después el proceso es bastante sencillo. Quizás, lo que se pueda llegar a complicar es conseguir los elementos necesarios, los cuales en ese caso deben solicitarse en Estados Unidos o China, dado que al menos en México no son fáciles de encontrar.
Desde China, los costos se abaratan. Sin embargo, desde Estados Unidos los tiempos de envío son más veloces con un costo un poco más elevado. En sí, igualmente, la bicicleta convertida termina siendo un 10% o 15% menos costosa que una eléctrica de fábrica a estrenar.
La batería, advierte, sí puede ser un problema ya que el litio al ser un material peligroso no es fácil de transportar y, en consecuencia, es más difícil de encontrar en el mercado local. Es por esto que muchos deciden reciclar baterías de otros artefactos.
Si bien la primera aclaración es la de planificar el uso que se le dará a la bicicleta en pos de comprar los elementos, Huerta recuerda que en general todos los vehículos eléctricos llevan los mismos componentes básicos.
“Todos son iguales. Todos necesitan una controladora, un acelerador, el banco de baterías, un convertidor DC AC y un motor eléctrico. Esa es la belleza del retrofit, no hay que batallar mucho”, destaca.
Hoy igualmente en el mercado existen los kits de conversión, los cuales ya vienen armados, aunque para el rubro de las bicicletas son más difíciles de conseguir.
Con todos los pasos previos dados, el proceso de construcción consta tan solo de tres pasos: el primero, los montajes de motor, controladora y baterías; el segundo, el acoplamiento del motor con la tracción; y el tercero, la conexión. En el caso de querer armar el banco de baterías, se suman algunas etapas extra.
Respecto a la durabilidad que tendrá la bicicleta convertida, Huerta comenta: “Hoy en el mercado, los componentes están hechos para que duren más. El problema suele ser la batería, que quizás no cumple con lo que te promete el fabricante y se degrada pronto. Si tienes elementos de buena calidad debería tener la misma durabilidad que una de fábrica”.