La primera planta industrial de carbonato de litio de Bolivia estará concluida en octubre y está previsto que inicie operaciones en 2023 para exportar a China y Rusia, informó el viceministro de Altas Tecnologías, Álvaro Arnez.
«La entrega de la planta va a efectuarse en la presente gestión. Vale decir que entre octubre y noviembre ya vamos a tenerla concluida», afirmó.
Y agregó: «Pero, dentro de la operatibilidad, la planta de tratamiento de agua que la abastece de carbonato de litio, va a ser entregada en 2023. Entonces, creemos que finalizando el primer semestre estaremos con la puesta en marcha».
El funcionario indicó que el carbonato de litio boliviano producido por Yacimientos de Litio de Bolivia (YLB) de grado de batería ─99,5%─ busca suplir la alta demanda para fabricación de baterías de ión-litio, impulsada por la industria de la electromovilidad.
Según datos de S&P Global Platts, el carbonato de litio de grado de batería alcanzó los 47.548 dólares la tonelada a inicios de 2022.
«Las últimas ventas que realizó YLB fueron a los mercados de China y Rusia y oscilan entre 65.000 y 75.000 toneladas a un precio estable en las últimas semanas. Eso nos permite tener un flujo de caja positivo en la planta, que esperamos entre en funcionamiento pronto», indicó.
El sitio se ubica en el municipio de Llipi, en Potosí, al suroeste del país, donde se encuentra el salar de Uyuni. Tiene capacidad para producir 15.000 toneladas por año.
La inversión en la construcción de la fábrica supera los 110 millones de dólares.
El carbonato de litio actualmente está siendo destinado para la producción de baterías para vehículos eléctricos a escala internacional.
La planta industrial de carbonato de litio es uno de los primeros pasos que da Bolivia en el contexto de industrialización y actualmente seis empresas de EEUU, China y Rusia compiten por ser parte.