Blink Charging, fabricante de cargadores de origen americano, desembarca en Latinoamérica con nuevos productos.
Un país en el cual hace foco puntualmente es México, donde sus inversiones estarán puestas en nuevos modelos de negocio para infraestructura de carga de flotas.
Al respecto, Patricia Baires, directora de Desarrollo de Negocios para Latinoamérica de Blink Charging, destaca la apertura de mercado con múltiples marcas y diferentes tipos de conectores, además del desarrollo de vehículos de altas autonomías.
“México es un país que rompió muchos estereotipos en el desarrollo de la electromovilidad, es impresionante cómo la flota está transicionando a eléctrica con una gran facilidad y rapidez”, sostiene Baires a Mobility Portal Latinoamérica.
Hoy en día es una seguridad para las empresas “dejar la operación de los cargadores a los expertos”, como Blink Changing, para solucionar los problemas emergentes en la infraestructura de carga.
Esto les permite reducir errores y sortear gastos innecesarios que perjudican la economía de la empresa.
Actualmente, se plantean dos modelos de negocio:
Blink como servicio, consiste en instalar por un fee mensual en los planteles del cliente la cantidad de cargadores necesarios para la operación, dato que se sugiere luego de efectuar acompañamiento en la evaluación y entendimiento de rutas, tiempos de recarga disponible de la flotas y disponibilidad eléctrica que permitan optimizar los recursos económicos destinados para el proyecto.
El segundo modelo de negocio es el hub de recarga.
Teniendo en cuenta que en México se paga por tiempo de conexión, se podría plantear un sitio compartido que una a diferentes compañías.
Se trata de crear espacios donde se cobra el uso del cargador y cualquier particular puede acceder a los cargadores.
En ese sentido, Baires afirma: “Esto permitiría generar una ganancia extra para aquellas empresas que no les resulta del todo rentable la instalación de su propio espacio de carga”.
Respecto a la viabilidad en América Latina, menciona que dependerá de cada zona geográfica referida a las distancias de rutas y análisis de territorio para contemplar si son o no necesarios y la viabilidad del proyecto.
Y añade: “Es posible cuando se busca optimizar las flotas de las compañías, mantener sus rutas habituales y garantizarles seguridad en la carga”.
Sin embargo, vale destacar el alto costo de desarrollo que tienen estos sitios compartidos dado que deben utilizarse unidades de carga rápida.
Del mismo modo, asegura: “Latinoamérica en su gran mayoría tiene conexiones de energía eléctrica monofásica y pasar a una trifásica, que supone para carga rápida, es sumamente costoso sin mencionar que se debe tener en cuenta el entorno de seguridad del sitio”.
Dado que se debe tener un respaldo garantizado, para esas alianzas Baires indica que la tendencia se da en última milla.
Y comenta: “México está cambiando a vehículos eléctricos incluso en el segmento de carga pesada y está mostrando realmente lo que un país puede hacer con pocos incentivos para la adopción de la electromovilidad”.
De igual manera hace hincapié en la necesidad de “regulaciones que acompañen al sector”.
“Estamos hablando que, a pesar de los altos costos de inversión inicial que conlleva cambiar la flota de combustión a eléctrica esto podría generar un ahorro de un 80% en la operación entre costo de combustible y mantenimientos de las unidades”, apunta.
Proyecciones de Blink Charging sobre estandarización en Latinoamérica
Dado que ingresan vehículos de Europa, Asia y América, Baires supone que una estandarización en el tipo de conector disminuiría los costos de operación para empresas como Blink ya que se enfocarían los recursos económicos en el desarrollo de red de carga con un mismo tipo de cargador.
Sin embargo “La estandarización es necesaria para ordenar el mercado de cada país, pero disminuiría las opciones de marcas y modelos disponibles para el mercado Latinoamericano”, sostiene.
En la misma línea, indica que Blink Charging hizo el primer intento fuerte hace un año y medio en América Latina y luego de preparar a un equipo de desarrollo tecnológico resolvieron que “cada vehículo merece tener su cargador con el puerto que le corresponde”.
Y concluye: “Nuestros productos están certificados y listos para el mercado que lo solicite”.