La Cámara de Diputadas y Diputados de la Provincia de Santa Fe en articulación con Portal Movilidad presentó el reporte “Electromovilidad SF” donde se encuentran entrevistas a líderes de la movilidad eléctrica a nivel nacional y regional.
A continuación compartimos la conversación entre Gastón Fenés, director de Portal Movilidad, Claudio Damiano, experto en movilidad eléctrica, y Joaquín Blanco, Diputado Provincial de Santa Fe y autor de la Ley de vehículos eléctricos y alternativos en la provincia de Santa Fe.
Gastón Fenés (GF): – ¿Cómo fue el proceso de elaboración de la Ley de vehículos eléctricos y alternativos en Santa Fe?
Como marco general conceptual todas las iniciativas que presentamos en la legislatura y los temas que trabajamos son vinculados con entramados productivos o con desarrollos industriales, siempre nos paramos en un paradigma donde el desarrollo tiene que surgir de una amplia articulación entre lo público y lo privado.
Entendemos que los procesos innovadores, de creación de conocimiento, de creación de valor y que todo eso se traduzca en una cadena productiva o entramado industrial necesita de una conjunción de factores que se alineen y que construyan sinergia y por eso hablamos de instituciones para el desarrollo. Tenemos ese enfoque en el cual al mercado, al sector privado es necesario, no solamente darle reglas de juego, marcos lógicos de largo plazo para desarrollar inversión y poder desarrollar nichos de inversión, sino que además necesita también de instituciones confiables que pueden ser leyes, organismos del Estado u organismos mixtos que sirvan para apalancar y ordenar los incentivos.
Para nosotros es claro el rol de la legislatura y del Estado en general para construir faros donde pueda el sector privado entender por dónde pasan ciertos incentivos para poder desarrollarlos. Así que, en ese marco conceptual es donde está anclada esta ley, que tiene un componente diferente a lo que tradicionalmente se construía en función de leyes de movilidad eléctrica.
GF: – ¿En qué sentido?
Básicamente, darle una vuelta de rosca al enfoque y no solamente estimular el uso o poder flexibilizar el acceso a este tipo de movilidad o la idea de que la transición primero se hace por el transporte público.
Todo esto está en la ley, pero además partimos de un conocimiento muy profundo de la provincia, de todo el entramado que tiene particularmente el sector de la metalmecánica y el sector automotor con diferentes nichos muy marcados: el de carrocería de transporte público vinculado a la zona de Villa Gobernador Gálvez y Arroyo Seco; el sector de alta tecnología vinculada con motores a combustión en la zona de Rafaela; todo el entramado de maquinaria agrícola y transporte pesado en el Oeste de la provincia de Santa Fe (Armstrong, Las Parejas y Cañada de Gómez) y, por supuesto, todo lo que está vinculado con General Motors y todas las empresas satélites en la ciudad de Rosario.
Nosotros veíamos ese gran entramado –generalmente pymes, pymes familiares que fueron sobreviviendo a los diferentes períodos económicos del país y que se fueron adaptando. Lo veíamos en el año 2016 como una oportunidad pero también como una estrategia de que la provincia con todo esto tiene que tener un plan ante el inminente cambio tecnológico o transición del motor de combustión a eléctrico.
Entonces ¿cómo la provincia de Santa Fe no desaparece, queda obsoleta o relegada ante un cambio tecnológico que puede suponer una modificación muy grande a lo que veníamos haciendo? En un planteo de defender al desarrollo de la industria automotriz en Argentina porque entendemos que son 20 o 22 países en el mundo que solamente tienen industria automotriz en su territorio, que Argentina tiene una historia muy importante con eso y con aciertos, errores, ineficiencias, proteccionismo, Mercosur mediante, pero hemos obtenido un conocimiento aplicado a la industria automotriz que nos parece sumamente relevante y que hay que cuidar y acompañar para que pueda transformarse hacia lo que viene.
Desde ese paradigma, desde esa radiografía de nuestro entramado productivo vinculado con la movilidad tradicional y como tercer factor no solamente la influencia de lo que viene pasando en otras partes del mundo sino también de pioneros en la provincia de Santa Fe que empezaron a incursionar en algunos nichos vinculados con la movilidad eléctrica o alternativa.
Con una paradoja o convivencia con el biodiésel, evidentemente el modelo que lidera Santa Fe es un modelo bio energético basado en el biodiésel, entonces planteamos que esta ley sea complementaria y dialogue con todo el sistema tan golpeado en la actualidad del biodiésel santafesino. Con lo cual no tomamos que el motor eléctrico a batería de litio va a reemplazar al biodiésel sino que era todo parte de una estrategia muy grande en la cual podían convivir distintas tecnologías y, por supuesto, el diferencial y liderazgo que tiene Santa Fe en el biodiésel era para aprovechar porque tenemos empresarios innovadores santafesinos con un alto conocimiento y disposición a embarcarse en territorios desconocidos como lo hicieron en su momento. Con esas tres cuestiones –marco, oportunidad y vocación de acompañar y fortalecer a los pioneros- surge esta ley con una componente de desarrollo industrial de esta temática en suelo santafesino.
GF: – Pasó el tiempo, la ley se aprobó, y ahora resta instrumentarla ¿Qué pasos siguen para esta implementación?
A la ley la presentamos en 2016, la trabajamos todo el año 2017, y fue hacer todo un trabajo de concientización en las dos Cámaras que fue muy positivo. A finales del año 2018 se aprueba la ley y empezamos a trabajar con el Ejecutivo la reglamentación de la ley que no fue sencilla porque involucra a muchos ministerios.
Si bien ponemos como cabeza y autoridad de aplicación a la Secretaría de Industria y al Ministerio de la Producción, tiene toda una conjunción de actores que obviamente tenían que tener opinión, dictamen jurídico y tenían que ver cómo adaptan sus equipos burocráticos de planta permanente a esta nueva ley. Así que parimos el decreto de reglamentación en noviembre del año 2019, para mí eso fue muy importante porque un poco era cerrar el círculo normativo, o sea tener todo aprovechado.
Logramos en ese año incluir en el presupuesto 2020 un artículo, un renglón presupuestario de alrededor de entre 20 y 30 millones de pesos de ese momento que tenía que ver con la parte que para nosotros era el paso siguiente para la reglamentación que son las mesas sectoriales y el plan.
Las etapas eran: 2018 la ley, 2019 la reglamentación, 2019-2020 arrancar con la planificación, un plan de desarrollo de la movilidad eléctrica y alternativa en Santa Fe para los próximos diez años.
GF: – ¿Y ahora?
Hubo un cambio de Gobierno, un cambio de equipo en el Ministerio, y el tema estaba dando vueltas hasta que en marzo la pandemia congeló todo. El Ministerio de la Producción estuvo abocado este año a todos los protocolos, actividades, una agenda de Covid. A diez días de terminar el año no fue ejecutada esa partida que estaba presupuestada para la planificación en movilidad eléctrica alternativa.
Este año el Ejecutivo en su proyecto no incluyó una partida específica para la ley. Por un lado es negativo, pero por el otro lado también es cierto que aumentó considerablemente el presupuesto para el Ministerio de la Producción, claramente parece ser una de las prioridades de la gestión Perotti con lo cual tenemos la expectativa de que este año 2021 podamos estar aportando nuestra experiencia y las autoridades tengan el tiempo y los recursos para poder llevarlo adelante.
Claramente el paso lógico que sigue es una mesa sectorial santafesina donde estén todos los organismos del Estado involucrados en la ley, los actores del sector privado que tengan algo para decir y me imagino con una consultoría externa especializada tener un plan para la provincia vinculado con eso.
Claudio Damiano (CD): – Dentro de ese contexto, ¿qué opinión le merece la autoridad de aplicación?
Evidentemente, más allá de la cuestión política o de prioridades, hay que construir dentro del Estado capacidades vinculadas con estos nuevos desafíos. En esto sí creo que es necesario tener dentro de la administración pública, y la autoridad de aplicación un equipo acorde con conocimientos técnicos, territoriales, para poder llevar adelante esto.
Esto es algo que generalmente no existe en Argentina y que es necesario tenerlo dentro del Estado, o sea, el Estado o el Ministerio de la Producción debería hablar de este tema con una enorme solvencia técnica y eso hay que construirlo. Con el tema prioridades es una ley y tiene un decreto reglamentario y una autoridad de aplicación con lo cual hay una responsabilidad institucional de llevar adelante esta iniciativa…
¿Si forma parte de las prioridades? Yo no lo siento o por lo menos no lo escuché en el discurso de las prioridades, pero tampoco siento que haya aversión o resistencia hacia el tema. Me parece que como construimos la ley, el decreto reglamentario, ahora pos pandemia hay que construir la sensibilidad para que este tema avance y nosotros podemos colaborar con todo esto porque nos hemos relacionado con un montón de gente relacionada con esta temática y tenemos un conocimiento para transferir y muchos vínculos.
De estas pymes que hablaba al principio que son importantes vinculadas, por ejemplo, al mundo de los lubricantes, las nuevas generaciones que están a cargo de esas empresas piensan si dentro de 20 años van a ser necesarios los lubricantes. Varias de esas empresas iniciaron procesos de posibles reconversiones y han contratado algunas consultorías para pensar estos procesos. Están sucediendo cosas que si rearmamos y juntamos ese rompecabezas, me parece que se puede rápidamente lograr una sinergia muy buena.
GF: – Si hoy se convocara a las mesas de trabajo, ¿Qué aspectos podrían reunir a los actores en una mesa de trabajo?
Joaquín Blanco: – Habíamos avanzado con Verónica Geese y Maximiliano Neri cuando estaban en la Secretaría de Energía con el tema pila de combustión ¿Qué puede hacer el Estado? Puede generar un clima de economía colaborativa y de compartir conocimiento, hacer inversiones para que podamos estudiar, desmenuzar y aplicar a nuestra realidad, por ejemplo, en tecnología de vanguardia a nivel global como son las pilas de combustión vinculadas con la movilidad alternativa. Tenemos que lograr que todos los pioneros no compitan sino que colaboren.
Si el Estado los pone en una misma mesa no sería deseable que tres empresas que fabriquen lubricantes se reconviertan hacia sectores que compiten entre sí, pero sí podemos laburar para que sean complementarios. Por ejemplo, la nueva generación de Basso en Rafaela, se plantean lo mismo: ¿vamos a seguir vendiendo lo que vendemos a Ferrari o dentro de diez años tenemos que pensar en una reconversión? Bueno, ¿cómo es estratégico para Santa Fe? ¿En qué segmento de la movilidad eléctrica se mete? Las carroceras de Villa Gobernador Gálvez, el powertrain ¿dónde? ¿Cómo se vincula? ¿En dónde se ensambla?
El modelo de transporte público fundamentalmente en el interior de la provincia, en ciudades como Venado Tuerto, Reconquista, Rafaela ¿a dónde vamos? ¿Hacia mini-buses eléctricos? ¿Cuánto cuestan? ¿Cómo y dónde se hacen? Todas estas cuestiones son las que tienen que estar planteadas en una mesa sectorial y a partir de ahí pasar al plan pero con esta idea de que la transición la podemos construir colaborativamente. Ahí está el desafío y el rol del Estado.
CD: – En el ámbito de la educación a la movilidad eléctrica ¿Cómo verías los próximos pasos en todos los niveles?
Está previsto en el artículo 11 de la ley pero hay una experiencia alucinante en escuelas técnicas secundarias de movilidad eléctrica hecha por profesores entusiastas y que funciona muy bien con pibes que se enganchan muchísimo y no solamente aprenden sino que le dedican horas extra curriculares.
O sea hay dos canales: uno el desafío ECO YPF que funcionó muy bien y se engancharon muchas escuelas técnicas de las provincias pero es restrictivo porque es un concurso, pueden ingresar pocos… La idea es que a partir del conocimiento aplicado, tomando esta experiencia o alguna similar, llevarla primero a las escuelas técnicas de la provincia de Santa Fe para ir al motor eléctrico y entender todo lo que significa pero también tener la posibilidad de construir movilidad alternativa dentro de las mismas escuelas.
La verdad es que la experiencia es alucinante y en esto es transversal: pibes de pueblo, ciudades, de barrio. Hay capacidad también de docentes, eso con respecto a escuelas secundarias. Con respecto a primaria que se trabaja por un lado educación vial y por otro medioambiental genérico hay que tener un capítulo en el cual mezclar las dos cosas: el tema de generar conciencia en la niñez en primaria, vinculado con el impacto positivo que tiene en el medio ambiente la movilidad alternativa.
Me parece que empezar por la primaria y que los pibes vean, por ejemplo, el modelo de auto compartido, poner más en valor el transporte público, esos son cambios de consciencia. Toda esta movida para nosotros también es un paradigma cultural que cambia y no tiene únicamente que ver con el medioambiente, tiene que ver con si se justifica realmente que las familias tengan dos autos o si podemos ver otro modelo de movilidad más colaborativo y sustentable. La pata universitaria creemos que puede llegar a hacer la diferencia en el corto plazo.
Hay nichos desarticulados en las carreras de ingeniería y en la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) donde un profesor entusiasta armó un curso fuera de la currícula de Ingeniería Eléctrica vinculada con motores y movilidad eléctrica, armaron convenio con la Universidad Nacional de Rosario (UNR), con la Universidad Nacional del Litoral (UNL), tener dispositivos universitarios para no universitarios y que haya una cuestión de transferencia de conocimientos a la sociedad. Es armar el rompecabezas porque está todo, no tenemos que inventar al docente porque está, la institución está… por eso los metimos en la ley.
CD: – Entonces, podemos enumerar las acciones que podrían tener implementación durante 2021?
Para encarar ¿este año la esperada reactivación, creo que nuestras próximas acciones podrían estar orientadas hacia aquellas actividades que están siendo puestas en marcha en Argentina y el mundo, y que pueden ser replicables en la provincia de Santa Fe. También debemos investigar si podemos asociarnos para complementarnos con actividades que ya están en marcha en otras provincias.
Para encarar este año la esperada reactivación, creo que nuestras próximas acciones podrían estar orientadas hacia aquellas actividades que están siendo puestas en marcha en Argentina y el mundo, y que pueden ser replicables en la provincia de Santa Fe. También debemos investigar si podemos asociarnos para complementarnos con actividades que ya están en marcha en otras provincias.
Desde el punto de vista industrial, vemos segmentos de electromovilidad que muestran potencial, por ejemplo pequeños vehículos para transporte de personas y de mercaderías categorizados como cuadriciclos carrozados, y vehículos aún más livianos, de dos, tres y cuatro ruedas, especialmente bicicletas, todos ellos de costo operativo muy bajo y utilizados en micro logística. También, dentro de una tendencia al reemplazo de buses diesel urbanos, se ha hablado de ensamble local de buses eléctricos nuevos, y de conversión de unidades diesel en buen estado.
Además, las automotrices comienzan a fabricar vehículos híbridos, que son vehículos tradicionales que incorporan un motor adicional eléctrico y que, además de ser más limpios y silenciosos, proveen de movilidad segura en ambientes especiales, como el caso del sector minero y petrolero. Para todos estos casos es necesario un sistema normativo que permita una rápida homologación de nuevos vehículos, con trámites sencillos y de bajo costo.
Lo mismo para el sistema normativo de los equipos para la recarga de los vehículos eléctricos, y su conexión a la red eléctrica. Debemos también explorar las posibilidades de ayuda a este tipo de iniciativas provinciales que podrían conseguirse en el exterior. También, dentro de una tendencia al reemplazo de buses diesel urbanos, se ha hablado de ensamble local de buses eléctricos nuevos, y de conversión de unidades diesel en buen estado.
Además, las automotrices comienzan a fabricar vehículos híbridos, que son vehículos tradicionales que incorporan un motor adicional eléctrico y que, además de ser más limpios y silenciosos, proveen de movilidad segura en ambientes especiales, como el caso del sector minero y petrolero. Para todos estos casos es necesario un sistema normativo que permita una rápida homologación de nuevos vehículos, con trámites sencillos y de bajo costo. Lo mismo para el sistema normativo de los equipos para la recarga de los vehículos eléctricos, y su conexión a la red eléctrica. Debemos también explorar las posibilidades de ayuda a este tipo de iniciativas provinciales que podrían conseguirse en el exterior.