En un avance significativo para el transporte público de Porto Alegre, la ciudad se prepara para recibir una flota de autobuses eléctricos que estarán operativos a partir de mayo.

Bajo el liderazgo del alcalde Sebastião Melo, ocho autobuses eléctricos, los últimos de un total de 12 adquiridos, están a punto de incorporarse a las rutas urbanas.

Esta medida coloca a la capital de Rio Grande do Sul a la vanguardia del transporte sostenible en Brasil, apuntando a un futuro donde la movilidad colectiva no sólo facilita el tráfico sino que también contribuye a la salud del planeta.

La decisión de introducir autobuses eléctricos en Porto Alegre no fue tomada al azar. Con una inversión de R$ 38 millones, la municipalidad pretende mejorar la calidad del servicio de transporte pública y reducir significativamente la contaminación.

Aunque actualmente estos vehículos se cargan a través de la red eléctrica convencional, los planes de futuro pasan por generar su propia energía solar, marcando una apuesta decidida por las fuentes renovables.

Características de los autobuses eléctricos

Entre los 12 vehículos, cuatro son del fabricante Eletra y ya se encuentran en la capital, mientras que el resto son de Marcopolo.

La transición hacia un transporte público basado en energías limpias no está exenta de desafíos. Actualmente, los autobuses todavía dependen de la red eléctrica general, que en ocasiones utiliza fuentes fósiles, especialmente durante los períodos de alta demanda.

El alcalde Sebastião Melo destaca la intención de crear una Asociación Público-Privada (APP) dedicada a la generación de energía solar, no sólo para atender la demanda energética de los autobuses, sino de toda la administración municipal.

En una conversación sobre energía y transporte, es imposible no mencionar otro tema crucial que enfrenta Porto Alegre: el exceso de cables en los postes.

Este problema no sólo impacta negativamente en la estética urbana, sino que también representa un riesgo para la seguridad. El alcalde reveló que, tras las acciones contra CEEE Ecuatorial y los operadores de telecomunicaciones, se encuentra en marcha una audiencia de conciliación.

La propuesta es aclarar la responsabilidad de retirar los cables, liberando recursos para áreas como la salud y la educación, actualmente comprometidas por esta tarea.

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