La Asociación Nacional Automotriz de Chile (ANAC A.G.) plantea en su último informe cero y bajas emisiones poner en agenda el arancel aduanero que están pagando los vehículos de estas tecnologías.

Chile posee una amplia gama de marcas y modelos de vehículos eléctricos. En el país se ofrecen 68 marcas diferentes de vehículos livianos y medianos que provienen de más de 20 orígenes.

En el marco teórico, la política internacional del país con sus 33 acuerdos comerciales ha facilitado el crecimiento del sector automotor.

Asimismo, según ANAC, ha facilitado que la mayoría de los vehículos, sobre todos los de combustión interna, no paguen el derecho ad valorem o arancel aduanero.

El arancel aduanero es un impuesto a la importación de un producto y corresponde a un 6% sobre el valor CIF.

Los diferentes Tratados del Libre Comercio (TLC) eliminaron este arancel a los productos que cuentan con la categoría de originarios del país de procedencia.

Por ejemplo, para “los automóviles de turismo y demás vehículos diseñados principalmente para el transporte de personas (excepto los de la partida 87.02), incluidos los del tipo familiar («break» o «station wagon») y los de carreras”, según dice el TLC Chile-Unión Europea en el capítulo 87, partida 09, donde se establece que se considera producto originario cuando el valor de todos los materiales utilizados en su fabricación no exceda el 40% del precio franco de fábrica del producto.

En este contexto, la asociación expone dos medidas que deben ser abordadas:

Por un lado, codificar internacionalmente la importación de vehículos livianos, medianos y pesados eléctricos, híbridos y de hidrógeno.

Por otro lado, eliminar el arancel aduanero unilateralmente a vehículos livianos, medianos y pesados eléctricos, híbridos y de hidrógeno y revisar las reglas de origen para los Tratados que hoy no permiten disminuir el arancel, ya que el 100% de esta tecnología es importada y hoy es una barrera de acceso al mercado.

Ahora bien, ¿Cómo y cuándo podría concretarse esto? ¿De quién depende? A estas preguntas responde Diego Mendoza Benavente, Secretario General de ANAC en diálogo con Portal Movilidad.

“Hablamos con las autoridades de gobierno y hemos levantado este impedimento, por lo que tenemos dos caminos por explorar”, comenta.

Diego Mendoza, Secretario General de ANAC.

“El primero es una eliminación unilateral del arancel, tema que depende de la iniciativa del Presidente de la República para incluirlo en una ley de su autoría y permitir que el Congreso tramite dicha eliminación del arancel, fomentando a la electromovilidad que es uno de los pilares de desarrollo sostenible a los que Chile aspira”, explica Mendoza. 

Asimismo, menciona que este fue el camino que siguió Colombia, por ejemplo, donde eliminaron el arancel por ley a todos los vehículos híbridos enchufables y también a los eléctricos, independiente de cual sea su país de origen.

“El segundo camino, que se debe realizar a través de Cancillería, supone revisar una a una las normas de origen que tenemos en los más de 26 tratados de libre comercio y acuerdos de complementación económica que aplican al sector automotor chileno”, refiere.

Según el Secretario General de ANAC este camino supondría actualizar el concepto o partida arancelaria “vehículo motorizado” que claramente fue redactada en una época de motores a combustión interna.

Ahora debe actualizarse con las baterías, cableados y otros componentes eléctricos que forman parte del automóvil, bus, camión y otros tipos de vehículos propulsados con motores eléctricos, para que queden sin la obligación de pagar aranceles al momento de su importación.

Año bisagra en electromovilidad

El trabajo de la asociación durante este año tiene un claro objetivo que expresa Mendoza:

“En ANAC queremos lograr que este año sea el año bisagra en la electromovilidad, para conmemorar nuestro aniversario número 30 con una propuesta objetiva, útil y factible de realizar para el fomento de la electromovilidad”.

Para ello se tomó contacto -gracias al apoyo de sus 68 marcas socias de vehículos livianos, 32 marcas de camiones y 13 marcas de buses, y sumado a sus asociados de maquinarias que totalizan 24 marcas con presencia en Chile- con los principales actores del ecosistema electrificado en Chile.

También incluye a las compañías que instalan puntos de carga privados y públicos, agencias públicas como es la AgenciaSE (Agencia de Sostenibilidad Energética) y con el apoyo de las mesas de trabajo que armaron el Ministerio de Transportes junto a Energía, para levantar una hoja de trabajo conjunta que permita masificar la electrificación del parque.

“Falta muchísimo por hacer, pero se ha avanzado en varios aspectos normativos, además de contar con el lanzamiento de nuevos modelos de vehículos eléctricos en Chile y nuevas tecnologías también, como los primeros vehículos a hidrógeno (celdas de combustible) o los vehículos eléctricos de rango extendido, microhíbridos e híbridos con recarga exterior. Todo ello ayuda a acercar la electromovilidad a las personas”, concluye el ejecutivo.