Argentina | Micromovilidad
lunes 30 de enero de 2023
Alejandro Sinland: «Las SIRAs que solicitamos para micromovilidad quedaron en la nada»
El impedimento para acceder a divisas con fines de importación y la consecuente imposibilidad de realizar pagos adelantados a empresas extranjeras se convierten en las problemáticas principales del sector. ¿Cómo podrían resolverse?
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En octubre de 2022 el Gobierno Nacional reglamentó el nuevo sistema de autorizaciones para que las empresas puedan acceder a dólares con el objeto de ingresar al país insumos o productos para su actividad comercial.

Se trata del Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA), “destinado a obtener de manera anticipada información necesaria para generar previsibilidad y trazabilidad en las operaciones de importación”, poniendo fin al Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones (SIMIs) que regía.

Si bien el principal objetivo de este nuevo plan consiste en cuidar las reservas del Banco Central, lo cierto es que se convierte en una traba para el ingreso de vehículos de micromovilidad.

Alejandro Sinland, fundador de Weego.

“Ninguna de las SIRAs que solicitamos a fines del año pasado fueron admitidas hasta el momento. Ni se aprueban, ni se rechazan, quedan en la nada”, lamenta Alejandro Sinland, fundador de Weego.

Vale mencionar que el sistema establece que el plazo máximo de espera para la acreditación de dólares para el pago de importaciones en el caso de Pymes y Entidades Civiles es de 60 días, mientras que para el resto de los operadores y operaciones es de 180.

Otra problemática a la que el sector se enfrenta tiene que ver con el hecho de que la mayoría de los proveedores exigen el pago anticipado de las mercaderías antes de exportarlas.

Sin embargo, la reglamentación indica que las divisas se “giran” una vez embarcados los productos.

Ambos hechos, la imposibilidad de acceder a las SIRAs y el consecuente impedimento de realizar la liquidación adelantada, conllevan una serie de implicaciones negativas para las compañías de micromovilidad.

Por ejemplo, provocan que los vendedores se vean afectados por la escasez de mercancías y, muchas veces, se les acaba el stock.

“Se genera un gran problema relacionado con la falta de previsión que genera que no se sepa cuál será el precio de reposición de los productos que se venden. En efecto, aumentan los precios y por eso algunos vendedores ofrecen lo mínimo posible”, explica Sinland.

La situación podría revertirse si las autoridades ofrecerían previsibilidad de cómo y cuándo se podrían ingresar los vehículos. De esta forma, la mercadería volvería a “fluir”, permitiendo normalizar la situación.

Finalmente, cabe resaltar que al momento de importar las empresas nacionales pagan el 20% de arancel, un Impuesto al Valor Agregado (IVA) del 21% y otro del 20%, adelanto de ganancias, tasas estadísticas, entre otros costos asociados a la adquisición de mercancías extranjeras.

En ese sentido, el fundador de Weego reconoce: “Cualquier medida que pueda mejorar esta situación será bienvenida. Pero estamos un paso atrás, porque ni siquiera bajo esas condiciones logramos ingresar los productos”.

No obstante, más allá de todas las dificultades a las que el sector se enfrenta, la micromovilidad continúa creciendo y avanzando.

“Cada vez se ven más vehículos de micromovilidad. Por eso, si bien tenemos grandes desafíos, también hay una gran expectativa por el 2023”, comenta Sinland.

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