Con el objetivo de ampliar la fabricación de buses eléctricos en México y ya no como una prueba piloto, el Metrobús comenzó a aceptar ciertas unidades especiales de las marcas demostrando interés de inversión en las mismas, como sucede con Volvo, Zhong Tong y Karsan. 

“Volvo, por ejemplo, tiene la posibilidad de iniciar una línea de fabricación en México”, señala Roberto Capuano, director general de Metrobús, y agrega: “En el caso de Zhong Tong, una empresa estatal del Gobierno chino vino a vernos y ya tiene planes para armar una planta en Monterrey. Como nos interesa, les pedimos que nos manden el autobús”. 

El organismo también se encuentra interesado en un autobús de seis metros de la compañía Karsan, aunque no es la idea sumarlo como parte de sus líneas sino ver cómo funciona en las calles de Ciudad de México un vehículo de estas dimensiones. 

Para continuar implementando unidades eléctricas de manera provechosa, Metrobús no solo está interesado en una producción local sino que también comenzó a trabajar con un modelo de negocios de arrendamiento, algo inédito en su historia. 

Al respecto, Capuano afirma en el webinar “La Electromovilidad en la Ciudad de México”, organizado por la Asociación Mexicana de Transporte y Movilidad: “Pareciera que no hay una gran innovación aquí, pero para arrendar las unidades tuvimos que hacer cambios bien profundos en el comienzo”. 

En este caso, Metrobús arrienda los buses eléctricos y la infraestructura de carga, la cual para las diez unidades del piloto costó alrededor de un millón de dólares. Entonces, la entidad paga mensualmente ambas partes de la operación. 

“Esto nos cambió la economía de cómo funciona una línea de Metrobús y por lo tanto lo que logramos fue pactar un precio operativo que refleja que hay una reducción de costos operativos importante”, explica el directivo, que añade: “Además, asumimos el costo de las unidades porque había que empezar a mover una caja pesada, lo cual es difícil de hacer desde cero”. 

Por su parte, a la firma operadora MIVSA, donde participa Mobility ADO como concesionario principal, se le está dando los buses eléctricos en un contrato de cómodo arrendamiento, así como también sucede para la infraestructura gracias a un acuerdo con Metrobús y Engie. 

Finalmente, Capuano cierra: “Las innovaciones tecnológicas que empieza a haber hacen que este cambio sea imposible de parar porque la calidad del autobús para conducirlo, operarlo y mantenerlo las convierte en obligatorias y necesarias para seguir adelante”.