“Creo que los actores más relevantes en el proceso de electrificación son los gobiernos, porque la electrificación es, en última instancia, una decisión política”, asegura Juliana Cala Ortíz, asociada de proyectos en VGMobility, en el International Mobility Portal Summit.
La frase resuena fuerte. Es que, la compañía con base en Colombia, se posiciona como un actor clave en la materialización de proyectos de buses eléctricos en la región.
Lo hace junto a una red de socios que incluye fabricantes de vehículos, proveedores de infraestructura de carga y aliados en obra civil.
Sin embargo, Cala Ortiz enfatiza que sin el respaldo gubernamental, estos esfuerzos serían en vano.
«Desde el punto de vista regulatorio, necesitamos bases que faciliten el proceso de movilidad eléctrica. Con los incentivos adecuados, más actores se suman y los proyectos se viabilizan», explica.
En lugar de enfocarse exclusivamente en la producción local, VGMobility cree que Colombia debería priorizar la viabilización de proyectos de energías limpias, aprovechando su capacidad para producir energía solar, eólica e hidroeléctrica.
“Tenemos una matriz energética compuesta en un 70% por energías renovables. Esto es crucial porque la electrificación del transporte implica un consumo significativo de energía”, reflexiona.
La empresa recopila casos de éxito en Bogotá, Colombia y en Antofagasta, Chile.
En Bogotá, VGMobility participa en la Fase VI de Transmilenio, un proyecto que incluye la provisión de cerca de 296 buses eléctricos y un patio de recarga, que esperan que sea 100% eléctrico.
Además, colaboran con uno de los operadores más grandes de la ciudad para explorar alternativas que permitan la electrificación total de su flota, tanto en Bogotá como en otras regiones.
Fuera de la capital colombiana, está explorando oportunidades en ciudades como Cali, Barranquilla y Medellín.
“Sabemos que estos sistemas necesitan flotas eléctricas, aunque por ahora no existen oportunidades concretas que podamos materializar. Esperamos que en el futuro esto cambie”, menciona.
En Chile, la empresa recientemente participó en una licitación para la provisión de 1.200 buses eléctricos, donde el sistema espera que 100% de la flota sea eléctrica en unos años
“Estamos a la espera de los resultados en septiembre de este año”, señala.
En Costa Rica, está en conversaciones con varias instituciones clave, aprovechando la ventaja de una matriz energética renovable en un 95%.
México también está en la mira de la compañía, que espera expandir su presencia en el país en un futuro cercano.
Electrificación de camiones: ¿un sector con enorme potencial en América Latina?
Además de los buses eléctricos, VGMobility está explorando el mercado de camiones eléctricos.
«Vemos un enorme potencial en el mercado de camiones eléctricos, especialmente en Colombia, Chile y en la región en general, ya que los fabricantes están trayendo más opciones al mercado», afirma.
Hasta ahora, la compañía centró sus esfuerzos, principalmente, en la electrificación de flotas de buses, ya que son ideales para iniciar la transición en las ciudades.
“Son flotas que no salen de la ciudad, recorren muchos kilómetros y, al menos en Bogotá, tienen una vida útil de 15 años. En otras regiones, puede variar entre 10 y 12 años, pero el modelo ya funciona y está implementado”, informa.
Así, Cala Ortíz destaca que la distribución urbana con camiones eléctricos es una próxima frontera con gran potencial.
«Lo que falta para desarrollar este modelo es definir la mejor solución de infraestructura de carga y asegurar que la oferta de productos continúe creciendo para tener precios más competitivos», indica.
En este sentido, se apoya en su red de aliados para garantizar que el ecosistema de movilidad eléctrica funcione, ya que se requiere la recarga de los vehículos, los propios vehículos y la disponibilidad de energía.
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