Un documento, escrito por Francisco Pares y Alissa Kendal y expuesto en el marco de la Cumbre organizada por Alianza Mx, concluye que “para 2050, del 84% a 99% de los coches usados importados de Estados Unidos serán vehículos eléctricos».
Además, prevé para el corto plazo: “Hacia 2030, los vehículos eléctricos nuevos representarán el 5% del total en uso de México”.
Esto implica un aumento significativo ya que, finalizando el 2022, el porcentaje de rodados cero emisiones en el parque total oscilaba el 0,02%.
Para 2050, se estima que la cuota de vehículos eléctricos, del stock total en uso, habrá aumentado a 54%.
Los resultados del estudio también indican que, para esa fecha, México vería 30,4 millones de matriculaciones acumuladas de vehículos eléctricos.
¿Cuál es el desafío que implica recibir vehículos eléctricos usados?
La proliferación de esta tecnología en el largo plazo también traerá unidades dadas de baja por obsolescencia.
Esto implica que existirán baterías sin utilizar, las cuales representan tanto un problema como una oportunidad para el país.
Esto se debe a que la contaminación de su descarte atenta contra las metas ambientales, aunque su procesamiento para una segunda vida podría colaborar a reutilizar minerales como el litio, el cobalto y el manganeso.
Sin dudas, la recepción de unidades cero emisiones con un determinado tiempo de uso acelerará el conteo de baterías obsoletas.
Según los cálculos, la masa total de baterías desechadas sería de 1.942 toneladas en 2035 a 1.208.452 toneladas en 2050.
“Esto subraya la necesidad de sistemas de reciclaje efectivos para recuperar valiosos materiales esenciales para la batería, producción y transiciones energéticas sostenibles”, afirman en el documento.
Cabe recordar que de los casi 1.1 millones de autos nuevos en total que se vendieron en México el año pasado, solo 5600 de ellos eran vehículos eléctricos.
El canciller Marcelo Ebrard, uno de los principales contendientes para ser el próximo presidente de México, expresó que el Gobierno quiere que los vehículos eléctricos representen la mitad de todos los autos vendidos en el país para 2030.
Cabe recordar que el otorgamiento de incentivos para la adopción de estos vehículos no está en el radar de las políticas federales.
Sin embargo, siendo uno de los siete países que más vehículos producen a nivel global, un tercio de las unidades exportadas son eléctricas.
Según la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), la producción local de automóviles electrificados aumentará en la medida que la demanda lo disponga.
Sin embargo, aún no existen incentivos impositivos o no económicos para la adquisición. Desde la AMIA, se establecen diálogos con las autoridades para desarrollar una “política integral” de promoción de la electromovilidad.
De acordarse, esta se complementará con las recomendaciones elaboradas por el Grupo de Trabajo para la Electrificación del Transporte (GTE), el cual establece 28 puntos como hoja de ruta para avanzar en la transición vehicular en México.