El programa Investigación en Electromovilidad y Almacenamiento de Energía, vinculado entre el Instituto Politécnico Nacional y México Energía Que Mueve, calcula cuánto representaría la demanda de energía eléctrica si el parque se compusiera totalmente por vehículos eléctricos (tomando como referencia datos del INEGI en 2020).
Según la cuenta, hay que considerar que en promedio un vehículo eléctrico gasta 17 kWh/100km. Para el programa, esto significa que un kilómetro recorrido con energía eléctrica es entre un 40% y 60% más barato que el recorrido en gasolina.
El parque vehicular en México según INEGI en 2020 estaba compuesto por 50.347.569 unidades. Tomando como referencia un consumo semanal de 100 kilómetros, el consumo sería 0,017 mWh/semana.
Si lo multiplicamos por 52 (anualizado) y por la cantidad de unidades del parque, la demanda vehicular eléctrica sería por año de 44.507 gWh.
Teniendo en cuenta que en 2021 la generación eléctrica fue de 328,297.98 gWh, esta demanda implicaría 13,5% de la demanda eléctrica en el país durante ese año.
Para satisfacer esa necesidad de la energía demandada en general tomando el 2021, se necesitarían sistemas fotovoltaicos en 16,149 hectáreas, lo que representa el 0,0081% del territorio de México (197,3 millones de hectáreas).
Para cubrir la demanda completa con energía fotovoltaica durante el 2021, incluyendo la demanda de vehículos eléctricos, se requeriría 0,0094% del territorio nacional cubierto con paneles fotovoltaicos.
Al respecto de ello, desde la Comisión Federal de Electricidad (CFE) se sugiere que la forma más eficiente para alimentar a los vehículos eléctricos será con la adquisición de paneles solares en los domicilios particulares. Inclusive se afirma que la movilidad eléctrica dará por resultado el incentivo a la adopción de esta tecnología por parte de los usuarios para la carga residencial.
“Transmitir y distribuir la electricidad va a ser más cara que generarla en el sitio. La energía fotovoltaica en los hogares es la más baja en costos, el retorno de la inversión es de dos años con una duración de 25 años”, asegura Jorge Musalem, gerente de Proyectos Estratégicos en la Comisión Federal de Electricidad.
En ese sentido, indica que la transformación de la industria automotriz será disruptiva y que debe haber recaudos al respecto.
“Una tecnología exitosa no se adopta de manera lineal, sino que de manera exponencial. Cada dos años el parque vehicular eléctrico se duplicará. La demanda aumentará y ello implica la búsqueda de energía con un costo competitivo por parte de la industria de transporte”, afirma el ingeniero.
A su vez, el profesional ironiza: “Las baterías vienen bajando su costo un 15% cada año. ¿Qué van a hacer? ¿Subir? Probablemente no”.
Por otro lado, cabe recordar que en materia de energía fotovoltaica el Gobierno federal lleva a cabo su gran apuesta por la transición hacia energías limpias. En ese sentido, se erige el Plan Sonora como un proyecto que abarca la producción de renovables a partir de extensos campos de paneles solares.
Inclusive, el gobernador del Estado, Alfonso Durazo, apunta a receptar inversiones en este sentido atendiendo a la producción de electricidad y litio, dos factores de peso para la producción de vehículos eléctricos.
«Sonora ha sido históricamente importador nato de energía. Tanto nos quejamos del impresionante sol de nuestro Estado y ahora se vuelve el patrimonio energético más importante que tenemos a mano», afirma Durazo.
Esa energía producida se dirigiría a las plantas que se desarrollen allí. Estamos hablando de un objetivo de cinco plantas fotovoltaicas con capacidad de 1 gW cada una.
«Ya iniciamos en Puerto Peñazco con la construcción de una planta de 1 gW, que tendrá un despliegue de 2000 hectáreas de paneles solares. El proyecto contempla la construcción de cuatro plantas más», expresa el gobernador.
Fuentes académicas indican que si se considera la exportación de la energía y el volumen propuesto, la producción de la misma no alcanzaría para abastecer al país en el camino a la movilidad eléctrica.