México | Infraestructura de Carga
miércoles 20 de septiembre de 2023
¿Cómo son y qué prefieren los usuarios de vehículos eléctricos en México?
Una encuesta revela cuál es la principal barrera de los usuarios para acceder a la movilidad eléctrica. Aquí los detalles.
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El estudio indica que los usuarios de vehículos eléctricos posicionan a la infraestructura de carga como la principal barrera.
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El estudio de Frost & Sullivan referido a la movilidad eléctrica en México arrojó resultados sobre la percepción de los usuarios de vehículos cero y baja emisiones.

Como metodología se adoptó la herramienta de una encuesta, la cual refleja que el 55,6% de los usuarios consultados son hombres y el 44,4% mujeres.

En términos etarios el rango más cuantioso es el comprendido entre 46 y 55 años, seguido de la franja de entre 36 y 45 años.

En relación a las motivaciones de los usuarios, el informe indica:

“Entre las personas que han adquirido un vehículo enchufable, el 87,5% resaltan la protección al medio ambiente o la reducción de la contaminación como la principal motivación para la compra”.

El ahorro en combustible también se encuentra presente entre las razones.

Por otro lado, los habitantes de casas unifamiliares admiten contar con carga residencial aunque esta no es una característica de los edificios.

En promedio el 71,3%  de la carga del vehículo la llevan a cabo en el domicilio, mientras que únicamente el 28,7% la realizan en lugares públicos.

Barreras para los usuarios: la red de carga a la cabeza

Si bien una de las principales barreras para la democratización de estos vehículos suele ser ubicada en el precio de los mismos, los usuarios de coches electrificados no opinan lo mismo.

“El 81,5% por ciento de los conductores de autos eléctricos están de acuerdo o muy de acuerdo con la aseveración de que los viajes en carretera no son viables en los autos eléctricos”, reza el estudio.

Vale mencionar que si bien México cuenta con la red de carga más robusta de la región, desde el sector privado se resalta la necesidad de incrementar el número de puntos de carga.

En ese sentido, calcula cerca de 1.336 estaciones de carga pública o semipública, con un total de 3.206 conectores. Esto significa un promedio de 2.4 conectores por estación.

La mayoría de las estaciones tiene conectores de corriente alterna, es decir, carga semi-rápida en los que, en promedio, un vehículo eléctrico tarda entre cuatro y cinco horas para alcanzar la carga completa.

Esta situación posiciona en primer lugar a la red de carga como el principal inconveniente de los usuarios. Debajo se encuentra el costo.

La prioridad indicada podría encontrarse alineada con el análisis que realiza el Banco Mundial, el cual señala que el mejor incentivo para el desarrollo de la movilidad eléctrica no son las exoneraciones tributarias o beneficios monetarios, sino que es el desarrollo de la red.

Según el organismo, este tipo de políticas sería hasta seis veces más efectiva que la afectación de fondos públicos al subsidio de coches eléctricos.

Leer más: 645.000 vehículos eléctricos en México hacia 2030: el plan de electromovilidad del sector privado

Esto se debe a que las exoneraciones se destinarían a un público con poder adquisitivo suficiente para adquirir un coche eléctrico y resultaría regresivo.

A su vez, más del 90% de los encuestados por Frost & Sullivan declararon que adquirirían un coche eléctrico si este tuviera el mismo precio que un vehículo a combustión.

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Los usuarios encuestados demuestran en su mayoría un interés por adquirir un vehículo eléctrico si fuera accesible.

En relación a la definición de comprar esta tecnología, el 95,7% de los dueños volverían a comprar un coche de estas características.

A su vez, nueve de cada 27 usuarios (33.3%) de autos eléctricos, destacan haber adquirido estos vehículos por ser lo último en tecnología.

Este porcentaje es mucho menor en el caso de la tecnología híbrida (7%).

El 28% de los propietarios están evaluando comprar un vehículo eléctrico en el corto plazo, principalmente para reducir el uso de combustibles (o energías no renovables) y así contribuir de manera más importante a reducir la contaminación.

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