Ya conocidas por gran parte del público consumidor uruguayo los beneficios de la electromovilidad -algo que se refleja en las cifras, siempre en aumento, de venta de vehículos electrificados en el país- resta aún el debate sobre las baterías.
A fines de 2024 se contabilizaban alrededor de 9.000 vehículos eléctricos circulando en Uruguay, tres veces más de lo que había a comienzos del año.
Con este mercado todavía creciendo, es de esperar que las miradas se posen ahora sobre lo que los alimenta, tanto por la autonomía del vehículo; por el precio -ya que representan más de la mitad del costo total- y por su impacto ambiental durante todo su ciclo de existencia. Aún no hay regulación específica sobre su importación, uso, fabricación, descarte o reutilización.
Uruguay ostenta una matriz energética casi “perfecta”: el 98% de su producción de electricidad es renovable. Por eso, ocuparse del asunto -aún no resuelto en el mundo- del reciclaje y segunda vida de las baterías de los VE´s sin dudas era la asignatura pendiente en un país modelo en cuanto a movilidad eléctrica de la región.
Fue en ese contexto que el programa Uruguay Innovation Hub hizo un llamado a laboratorios abiertos para que investiguen y elaboren propuestas al respecto.
En busca de extender la vida de las baterías de los vehículos eléctricos
Erika Teliz, profesora adjunta de Electroquímica de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de la República (Udelar) detalla en diálogo con Mobility Portal Latinoamérica de qué se trata Green Tech Hub, el proyecto ganador de esa convocatoria y del que ella es parte junto a varios colegas.
“Cuando nos enteramos del llamado, y cuando digo nosotros; estoy hablando del laboratorio solar, de lo que es el CENUR, que está en Salto, y tres grupos de Facultad de Ingeniería, dijimos, estaría bueno pensar en la electromovilidad”, detalla.
“Hay un montón de empresas que necesitan testear sus baterías, emprendimientos de distintas áreas de innovación que necesitan validar sus prototipos, y nosotros tenemos el conocimiento pero necesitamos el equipamiento”.
“Esa fue la motivación para presentarnos con el Green Tech Hub que, inicialmente va a concentrarse en energía solar en Salto, y electromovilidad en Montevideo”, agrega la especialista.
En 2021, Teliz ganó el Premio L’Oréal-UNESCO Por las Mujeres en la Ciencia gracias a su investigación sobre el desarrollo y caracterización de nuevos materiales para electrodos de celdas de Li-ion, así como el testeo y el estudio de los factores que afectan la autonomía y seguimiento del estado de salud de las baterías comerciales.
Con el impulso del nuevo laboratorio en el que podrá trabajar con otros especialistas en electromovilidad y energías renovables como Rodrigo Alonso Suárez, Federico Arismendi Weigle, Santiago Martinez Boggio, Juan Pedro Carriquiry y Joaquín González Borges, se estima que a principios de marzo podría comenzar a armarse el hub.
“Lo más costoso son los equipamientos de electromovilidad. El proyecto es 1.324.000 dólares, más la contraparte de la Universidad de la República, pero más del 65% del presupuesto es para compra de equipamiento” señala la investigadora.
Teliz además cuenta que en principio se dedicarán especialmente al testeo de baterías de ómnibus, que son bancos grandes de baterías.
“Nosotros hace más o menos 10 años venimos trabajando en este tema y vemos la necesidad no solo de la evaluación de la batería, el estado de salud, la segunda vida sino del pack entero y eso es muy costoso”.
Respecto de esto último, Teliz apunta que “luego de que ya no sirve para el auto o para el ómibus, tiene todavía entre un 70 y un 80% de capacidad de almacenamiento de energía. Entonces, realmente es fundamental pensar en validar prototipos de segunda vida de las baterías”.
“Creo que acá hay muchos interesados, tanto del sector productivo público como privado. Por ejemplo: yo tengo dos proyectos. Uno va a ser para uso estacionario en un edificio, con la empresa Panelur, en que vamos a almacenar energía en el horario barato, y la vamos a usar para iluminación de sectores comunes en el horario más caro” explica.
“Y después otro proyecto que tenemos con la empresa Ingener para lo que son los cargadores rápidos de movilidad eléctrica, generar un smart grid para que el cargador tenga alimentación de la red, de la batería y, por ejemplo, de un panel fotovoltaico. Entonces justamente la batería ayuda a no tener que contratar tanta potencia instalada”.
El avance de la electromovilidad demanda nuevas soluciones
Precisamente el usuario uruguayo está demandando cada vez más cargadores rápidos, especialmente los que trabajan en taxis o aplicaciones. “Ahí el problema de los cargadores rápidos es que tenés que tener una potencia instalada muy alta”, comenta la docente.
“Claro que una segunda vida de las baterías va a depender de la degradación que haya sufrido. La idea es que dure mucho tiempo y que a su vez su capacidad de acumulación de energía siga manteniéndose constante. Para eso hay que hacer estudios de degradación, simulaciones, bueno, por eso trabajamos bastante interdisciplinariamente” explica.
La obtención de datos es el paso clave para dar lugar a la necesaria regulación de una parte fundamental del sector de la electromovilidad.
“En ese sentido esperamos el decreto de responsabilidad extendida de las baterías, porque ¿quién se hace cargo de esas baterías? Y en mi opinión, y esto es personal, justamente hay una nueva línea de negocios, que para mí está ahí el sector privado, que puede generar justamente un negocio de esto. Hay muchos emprendimientos pequeños, pero creo que podría escalar” analiza la investigadora.
Los investigadores del Hub también son parte de la Mesa de Movilidad Eléctrica uruguaya. “Es un lugar interesante porque justamente, si bien está coordinado por el Ministerio de Industria y la Dirección Nacional de la Energía, participan también el sector privado y la academia, es un espacio muy fructífero para la movilidad eléctrica en el país”, concluye Teliz.