Mientras que en el resto del mundo cada vez más países establecen mayores incentivos para los vehículos eléctricos, así como también desincentivos a los de combustión, en México el paso hacia un transporte cero emisiones avanza en términos más lentos.
“Por parte del Gobierno no tenemos demasiado apoyo. Aún se piensa que estamos en una era en la que no estamos listos para una transición. Se considera que el costo del vehículo resulta alto, pero no se ven los beneficios que se pueden prever a lo largo del camino”, advierte Maribel Fonseca, account manager de Circutor, en diálogo con Portal Movilidad.
Y agrega: “Si bien veo lenta la transición, día a día la gente que tiene la capacidad financiera de comprar un vehículo eléctrico lo está haciendo. La demanda está creciendo”.
En ese sentido, no solo hacen falta mayores beneficios a aquellos usuarios que optan por un vehículo eléctrico, sino que también es necesario poner la mirada en otros aspectos, como la infraestructura de carga.
En este caso, lamentablemente, la red aún no se encuentra desarrollada a tope como para instar al conductor a inclinarse por un coche cero emisiones.
Asimismo, según Fonseca, esto para compañías como Circutor, que son parte de este segmento de la electromovilidad, resulta ser un territorio favorecedor de nuevos proyectos.
“Aunque el consumidor piensa dos veces antes de adquirir un vehículo eléctrico por este motivo, nosotros encontramos una oportunidad. De hecho, hemos instalado varios cargadores en México, pero todavía no son suficientes y es tarea del Gobierno facilitar el terreno”, afirma.
Incentivos para comprar una unidad, facilidades para instalar medidores en los hogares, reducir costos de tenencias, brindar preferencias fiscales y no fiscales para quienes son dueños de un auto de estas características, son algunas de las mejoras que podrían implementarse para que México se ponga a la vanguardia.
Cabe destacar que el país cuenta con un gran potencial para seguirle el ritmo al resto de las naciones del mundo, especialmente los europeos, como poseedor de la histórica industria automotriz que es capaz de presumir.
Y no solo eso. En lo que respecta a recursos naturales también es un país rico, donde se abren nuevas puertas a nivel productivo.
“Hay yacimientos de litio que permiten al país posicionarse como un centro de fabricación global de autos eléctricos e híbridos, considerando además la generación de empleos a capital humano”, señala Fonsca.
Y concluye: “Y por qué no también lograr la apertura a nuevas fábricas de baterías de litio en México que le permita abrirse a todo el mundo”.