La Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) adjudicó oficialmente la primera licitación de trambuses eléctricos a dos empresas, y la firma argentina Megacar, del Grupo DOTA, resultó seleccionada para fabricar 40 de las 60 unidades previstas, equivalentes al 67% de la flota inicial.

El resto de las unidades fue adjudicado a la empresa española Irizar, que deberá proveer 20 vehículos. Según confirmaron fuentes del sector, las entregas se realizarán de forma escalonada a partir de septiembre, con una frecuencia mensual de cinco unidades por empresa, lo que permitirá iniciar progresivamente la operación del nuevo sistema.

Marcelo Pasciuto, director del Grupo Dota.

Los trambuses eléctricos, de 18 metros de longitud, estarán destinados a recorrer los corredores de Metrobús en la ciudad, pero con una diferencia sustancial: la incorporación de un sistema de prioridad semafórica que permitirá mejorar la velocidad comercial de los servicios.

Esta tecnología habilitará que los semáforos cedan el paso automáticamente al identificar la llegada de las unidades a las esquinas, optimizando así los tiempos de traslado y reduciendo emisiones.

Trambús: una apuesta por la tecnología local

Marcelo Pasciuto, director del Grupo DOTA, explica a Mobility Portal Latinoamérica que Megacar se impuso en la licitación tras competir con entre cinco y seis empresas, entre ellas Irizar.

“Ganamos la licitación. Estaríamos entregando los primeros modelos a partir de septiembre, cinco coches por mes”, detalla.

La decisión representa un respaldo al desarrollo tecnológico nacional en un mercado históricamente dominado por fabricantes internacionales. Megacar, firma que ya viene operando minibuses eléctricos en la línea 28 y unidades a gas en la línea 60, busca consolidar su presencia en el segmento de transporte limpio con esta nueva adjudicación.

“La idea del Gobierno es avanzar hacia un sistema con mayor eficiencia energética y menor impacto ambiental, pero hay desafíos estructurales importantes que resolver”, añade Pasciuto.

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Infraestructura y autonomía: los desafíos pendientes

Uno de los principales obstáculos identificados por el ejecutivo para una masificación plena de los buses eléctricos en CABA es la infraestructura de carga. En el caso de los minibuses operados por la empresa, se instalaron cargadores de 70 mil dólares cada uno, con una autonomía que resulta limitada para los recorridos más extensos.

“El eléctrico es bueno, pero hoy no podés tener 200 colectivos cargando al mismo tiempo. Cada carga demora dos horas. Hay un tema de potencia disponible en la red que todavía no está resuelto”, explica.

Pasciuto también enfatizó que si bien los trambuses eléctricos pueden ser funcionales en zonas céntricas con recorridos más breves, para líneas largas u operaciones intensivas el gas sigue siendo una alternativa más viable por autonomía y costos.

Una inversión millonaria para un cambio estructural

El avance hacia una flota eléctrica representa un desembolso considerable tanto para las empresas como para el Estado. En el caso de los minibuses ya en operación, la inversión realizada alcanzó los 70 millones de dólares, incluyendo la compra de vehículos y la instalación de puntos de carga.

La transición completa de la flota de colectivos de CABA, que actualmente cuenta con 1.551 unidades, implicaría una inversión multimillonaria que, según Pasciuto, solo sería posible en un plazo no menor a diez años.

“El costo inicial de cada unidad eléctrica es muy alto. Si no se planifica a largo plazo, el recambio se hace inviable. Estamos hablando de transformar completamente el sistema”, subraya.

Segunda etapa: concesión operativa

A diferencia de otros procesos licitatorios, el actual concurso no adjudicó aún la operación de las líneas, sino únicamente la provisión de los vehículos. Según confirmó el director de Grupo DOTA, la próxima etapa será la licitación de las empresas que gerenciarán el nuevo sistema de trambuses eléctricos en la ciudad.

Esta división de etapas responde a una lógica de implementación progresiva, donde primero se definen los estándares técnicos y luego se seleccionan los operadores bajo esas condiciones.

“La licitación fue por la marca del vehículo. Luego vendrá la etapa en la que se definirá qué empresa estará a cargo de gestionar las líneas en CABA”, explicó Pasciuto.