El Gobierno de México, a través de la Secretaría de Economía, espera concretar pronto una reunión con el director ejecutivo de Tesla, Elon Musk, para conocer sus planes de inversión y producción en el país, una vez que se ha materializado la victoria del candidato republicano, Donald Trump, en las elecciones presidenciales de Estados Unidos.
Tesla tenía previsto abrir una fábrica en el Estado mexicano de Nuevo León. Sin embargo, en julio adelantó que podría paralizar sus planes de expansión en el país vecino ante la posibilidad de que Trump ganase y se aplicara una política comercial más proteccionista, con un aumento de los aranceles.
Ya en ese momento, el entonces presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, señaló que la propuesta no era seria, y obedecía únicamente al debate propio de las campañas electorales, al tiempo que acusó al sector empresarial de especular en Bolsa con este tipo de afirmaciones.
Una vez que se ha confirmado la victoria de Trump, el secretario de Economía de México, Marcelo Ebrard, ha expresado su intención de reunirse con Musk para conocer sus planes para México, entre los que figura la viabilidad de la planta de producción de sus vehículos en Nueva León.
«Desde luego voy a procurar una reunión con él pronto para que me diga exactamente qué está pensando, si es que eso es posible tenerlo claro en los próximos meses, y ver qué podemos hacer para que ese proyecto siga adelante», ha afirmado.
Además, según ha expresado Ebrard en una entrevista radiofónica este jueves, llevar la industria a Estados Unidos tiene un coste gigante. «¿Van a llevar la planta de Tesla en China a Estados Unidos? No, claro que no», ha teorizado el responsable económico del Gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum.
El Tratado de Libre Comercio, el mejor negocio
El secretario de Economía también ha aprovechado la ocasión para defender la vigencia y modernización del Tratado de Libre Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá, que ha definido como «el mejor negocio» para los países que lo componen.
Como argumento, Ebrard ha destacado los números extraordinarios que ha traído este acuerdo comercial y que evidencian que hay una economía «integrada» entre México y Estados Unidos, llegando a cifras que nunca antes se habían logrado.
Trump ha amenazado durante la campaña electoral con poner aranceles del 25% a las importaciones de México. Para Ebrard, esta propuesta carece de sentido, ya que supone aplicar tarifas directamente a las empresas estadounidenses, que también sufrirían las consecuencias de esta política comercial.
«Ponerle tarifas a la importación de vehículos es ponerle una tarifa a las empresas estadounidenses. Lo que debe imperar es el tamaño de esta economía y no tiene sentido ponerle costes adicionales que limitan reducir la inflación y el crecimiento económico en ambos países», ha sostenido.
Por este motivo, ha animado a perfeccionar el acuerdo durante el segundo mandato de Trump y darle una dimensión «mayor». «Vamos a consolidar este proceso económico y maximizar las ventajas del flujo y la integración de ambas economías. Este es el mejor negocio para Estados Unidos, más en el actual escenario de competencia con China», ha comentado.
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