Colombia | Vehículos Eléctricos
viernes 21 de marzo de 2025
Precios e infraestructura. Decreto para transicionar a taxis eléctricos genera incertidumbre entre conductores de Bogotá
Algunos de los reclamos son costos inalcanzables, falta de cargadores y competencia desleal. ¿Se logrará la meta de una flota de taxis 100% eléctricos a 2035?
taxis electricos
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El Decreto 377 de 2023, establecido por la administración de Claudia López en Bogotá, que extiende el período de operación de los taxis eléctricos a 14 años desde su fecha de matrícula, causa dudas.

Si bien tiene el objetivo de proporcionar a los propietarios un mayor tiempo de retorno de inversión y responde a la estrategia de movilidad sostenible de Bogotá que busca que el 100% de los taxis sean eléctricos en 2035, en el sector persisten dudas sobre su viabilidad.

El alto precio de los vehículos eléctricos y la infraestructura de carga que no acompañan la transición son las principales barreras.

Un taxi eléctrico en Colombia tiene un costo aproximado de 150 a 180 millones de pesos, mientras que el programa de chatarrización agrega un valor adicional de 60 a 70 millones de pesos

Para muchos conductores, la inversión total supera los 250 millones de pesos, un monto que consideran difícil de asumir sin un apoyo económico más robusto por parte del gobierno.

Infraestructura y competencia desleal: los otros desafíos

Otro de los puntos críticos señalados por el sector es la infraestructura de carga.

Aunque Bogotá cuenta con 69 estaciones de carga pública, esta cifra sigue siendo insuficiente para garantizar el funcionamiento eficiente de una flota de taxis eléctricos en expansión. 

Para los conductores, la falta de electrolineras masivas genera incertidumbre sobre los tiempos de operación y la rentabilidad del negocio.

Además, el gremio de taxistas expresa su preocupación por la competencia de servicios informales y plataformas de transporte que operan con vehículos de combustión interna sin regulación. 

Mientras que los taxis eléctricos deben ceñirse a una tarifa plana establecida por la Alcaldía, estos servicios utilizan tarifas dinámicas que, en muchos casos, resultan más atractivas para los usuarios.

 Esta situación genera un entorno de competencia desigual que, según el sector, desincentiva la inversión en tecnologías limpias.

Para apoyar la electrificación del parque automotor, el gobierno colombiano creó el Fondo para la Promoción de Ascenso Tecnológico (FOPAT).

 Este mecanismo busca ofrecer incentivos financieros a los conductores que opten por vehículos eléctricos. 

No obstante, aún no está claro si los recursos disponibles serán suficientes para cubrir la brecha de costos y facilitar la adopción masiva de taxis eléctricos.

¿Qué sigue para la electrificación de los taxis en Bogotá?

El proceso de electrificación de taxis en Bogotá avanza, pero con obstáculos que requieren atención urgente. 

El sector demanda mayor seguridad jurídica, incentivos financieros adecuados y una infraestructura de carga más robusta para facilitar la transición. 

Mientras el 100% de taxis eléctricos para 2035 sigue siendo el objetivo, la clave estará en diseñar estrategias que logren equilibrar la sostenibilidad con la viabilidad económica del servicio de transporte público en la ciudad.

Este año, por ejemplo, Colombia matriculó solo 11 taxis eléctricos en Bogotá. Un número que, aunque aún bajo, marca un punto de inflexión respecto a 2024, cuando no se matriculó ninguna unidad de este tipo.

Este avance ocurre en el contexto de la implementación del Fondo para el Ascenso Tecnológico (FOPAT), diseñado para modernizar el transporte en el país y favorecer la transición hacia tecnologías de cero emisiones en el sector de taxis.

El crecimiento en la matriculación de taxis eléctricos en Bogotá está alineado con la estrategia nacional para la reducción de emisiones en el transporte.

Las primeras 11 unidades destinadas a taxis eléctricos corresponden a modelos de las marcas Baic y Faw, dos fabricantes que, poco a poco, ganan terreno en la oferta de vehículos eléctricos en el país, según el último reporte de ANDEMOS.

Los números demuestran que estos modelos comienzan a posicionarse en el segmento de transporte público.

Experiencias en otros municipios: Soacha y Cartagena como referencia

El primer municipio en implementar un programa estructurado de taxis eléctricos en Colombia fue Soacha, donde se integraron 312 unidades a la flota de transporte público individual.

Este modelo de transición sirvió como referencia para la expansión del programa a otras ciudades, incluyendo Bogotá.

En la región del Valle del Cauca, se estableció un convenio con el Ministerio de Transporte para la introducción de taxis eléctricos en Cali, Palmira, Yumbo y Jamundí.

La iniciativa contempla un esquema de reposición uno a uno, asegurando que por cada taxi de combustión retirado de circulación, se incorpore un taxi eléctrico.

Cartagena también avanza en la adopción de taxis eléctricos con un piloto que prevé la introducción de 100 unidades destinadas a operar en zonas turísticas.

Este plan, desarrollado en coordinación con la Secretaría de Turismo y el Departamento Administrativo de Tránsito y Transporte (DATT), apunta a mejorar la calidad del aire en la ciudad y consolidar la electrificación del transporte en áreas de alta demanda.

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