La Comisión Europea y el gobierno alemán llegaron a un acuerdo que permitirá que la fecha límite de emisiones cero para los automóviles de 2035 entre en vigor.
Según se detalla se acordó hacer una propuesta permitiendo que los automóviles que funcionan solo con combustibles neutrales para el clima (tales como los e-fuels, siempre que estén hechos con energía limpia) se registren dentro de las reglas de aprobación del Euro 6.
Ante esto, diferentes actores del sector se manifiestan sobre el resultado, tal como es el caso de José Antonio León Capitán, director de Relaciones Institucionales y de Comunicación del Grupo Stellantis.
Sin ahondar en detalles y evitando vueltas sobre el asunto, el ejecutivo manifiesta: “Se trata de un debate en el que no queremos entrar porque también genera más incertidumbre».
A lo que reafirma: «En el Grupo Stellantis tenemos un plan que en 2038 toda la cadena será cero emisiones y en 2030 todas las marcas del grupo serán 100% eléctricas”.
Quitando dudas sobre una posible apuesta por este tipo de segmentos, León Capitán deja clara la postura del grupo en su paso por el Wake Up, organizado por El Español.
Esta tendencia en ciertas ocasiones había quedado en duda por declaraciones dadas y se encontraban alejadas de lo planteado en su hoja de ruta.
La Comisión primero designará una nueva categoría de vehículos para automóviles que funcionan exclusivamente con combustibles electrónicos y luego presentará un acto delegado que permita que estos vehículos cuentan para los objetivos de CO2 de automóviles de la UE.
También acordaron que se presentará una declaración que establece el enfoque legislativo que permitirá que los automóviles que solo funcionan con combustible electrónico se registren después de 2035.
En este marco el CEO de Stellantis, Carlos Tavares, demuestra tener dudas sobre las credenciales ecológicas de los combustibles electrónicos.
“Creo que los combustibles electrónicos serán otra dirección tecnológica que se desarrollará. La industria tendrá que demostrar que son neutrales en carbono, a partir de la captura de carbono por un lado y las emisiones de carbono del motor por el otro”, asegura Tavares.
Cabe recordar que recientemente un estudio de Transport & Environment devela que hasta el momento es desconocido para muchos que los combustibles electrónicos, o la gasolina y el diésel sintéticos, pueden fabricarse a partir de hidrógeno y CO₂.
Aunque este se quema en los motores, genera una contaminación similar a la de los automóviles convencionales, siempre que se utilice la tecnología Direct Air Capture.
Es así que partiendo de la base de suposiciones “optimistas” sobre la disponibilidad de gasolina electrónica, si se vendieran 46 millones de automóviles nuevos convencionales e híbridos para 2050 y fueran alimentados con estos combustibles, se seguirán produciendo unas 160.000 toneladas de NOx.
Y no solo ello, sino que también Tavares subraya que la discusión europea sobre el fin a los motores de combustión térmica no cambió nada en la trayectoria de electrificación de Stellanis.
A lo que también reconoce que se ha llegado tarde con el debate, ya que este se debería haber realizado mucho antes y no en 2023.