En marzo de 2026, la Región Metropolitana de Santiago alcanzará un total de 52 electroterminales en funcionamiento, lo que representa un crecimiento del 62% en infraestructura de carga para buses eléctricos.
Este despliegue responde a la expansión proyectada de la flota eléctrica del transporte público, que alcanzará un 68% de cobertura al inicio del próximo año.
La ampliación de la red no solo permitirá absorber el ingreso de más de 1.800 nuevos buses eléctricos, sino también extender la infraestructura a nuevas zonas urbanas.
Según confirmó el Directorio de Transporte Público Metropolitano (DTPM), tres comunas —Cerrillos, Estación Central y La Florida— contarán por primera vez con electroterminales, integrándose plenamente a la red de electromovilidad.
Además, se construirán cuatro nuevos terminales mediante la participación de la empresa estatal Desarrollo País, ubicados en San Bernardo, La Florida y Maipú.
Este esfuerzo público-privado busca optimizar la localización estratégica de la infraestructura, asegurar eficiencia operativa y reducir los trayectos en vacío de las unidades, consigna EMOL.
Impacto ambiental y urbano comprobado
Un estudio técnico desarrollado por el Dictuc en 2023, comparó el funcionamiento de un terminal mixto en Maipú (operando con buses eléctricos y diésel) con un electroterminal en Peñalolén.
El informe concluyó que los terminales eléctricos generan hasta un 50% menos de potencia sonora que sus equivalentes a combustión. Esta diferencia tiene efectos concretos en la calidad de vida de las zonas aledañas, especialmente en términos de contaminación acústica.
“Chile es pionero en electromovilidad en el mundo. Hoy estamos consolidando a Santiago como la ciudad, fuera de China, con más buses eléctricos, lo que es un aporte al combate del cambio climático”, afirmó Paola Tapia, directora del DTPM.
“Durante los próximos meses traeremos más de 1.800 nuevos buses y la red de electroterminales crecerá un 62%, lo que permitirá consolidar el liderazgo de nuestro país en el uso de este tipo de tecnología”, agregó.
Reducción de ruido en ejes críticos
La expansión de la electromovilidad ya tiene efectos medibles en el entorno urbano. Según cifras del DTPM, desde la incorporación de buses eléctricos, el ruido ambiental se redujo en un 44% en el eje Alameda y en un 45% en Santa Rosa, en comparación con los niveles registrados en 2019.
Esta mejora en las condiciones acústicas se suma a la reducción de emisiones contaminantes y a la percepción de mayor confort por parte de los usuarios.
La expansión de electroterminales responde también a criterios de eficiencia operativa.
Al disponer de centros de carga distribuidos en distintas zonas de la capital, se optimizan las rutas, se reduce el kilometraje sin pasajeros (tráfico en vacío) y se mejora la disponibilidad de las unidades en horarios críticos.
Además, la incorporación de comunas periféricas como San Bernardo o Maipú fortalece el acceso a transporte limpio en sectores históricamente menos integrados.
La inversión en infraestructura también es una pieza clave en el plan nacional de transición energética y transporte limpio. Santiago se posiciona así como referente regional en movilidad eléctrica, con un modelo replicable para otras ciudades de América Latina.