Luego que el Congreso español tumbara el ‘decreto ómnibus’ con votos de -PP, Junts y Vox- a la prórroga de los incentivos a los vehículos eléctricos del Plan MOVES, el sector de la movilidad eléctrica en el país mira con preocupación las perspectivas de este año.
Esto no sólo coloca a Pedro Sánchez contra las cuerdas, sino también a la industria de la electromovilidad. La votación fue un revés para el MOVES, con 171 votos a favor, 177 en contra y una abstención.
Ahora, los resultados de una decisión inesperada dejaron sin validez la prórroga del plan de ayudas para la movilidad eléctrica, entre otras tantas medidas que estaban contempladas dentro del paquete presentado por el PSOE.
“Este bloqueo legislativo pone en riesgo estrategias de país, clave para la transición hacia una movilidad sostenible, el cumplimiento de los objetivos del PNIEC a 2030 el impulso de sectores industriales, tecnológicos y de servicios, fundamentales para España, como son la automoción y la electrificación(…)”, reconoció públicamente la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica (AEDIVE).
Por medio de su cuenta de LinkedIn, el Director General de la patronal, Arturo Pérez de Lucía, agregó: “Cabe esperar ahora un proceso de negociación rápida, a nivel político, a la altura de la ciudadanía y del fantástico tejido hashtag empresarial e industrial español, que permita acelerar el impulso”.
Más reacciones de la industria de la movilidad eléctrica al «freno» al MOVES
Por su parte, la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) advirtió que la decisión del fin del MOVES podría frenar los avances logrados en la electrificación del parque automovilístico español.
En su comunicado, Anfac señaló que “el MOVES ha sido fundamental para acelerar la adopción del vehículo eléctrico en España. Su suspensión, sin un programa alternativo inmediato, pone en peligro el cumplimiento de los objetivos climáticos de la UE”.
Faconauto, representante de los concesionarios, también expresó su preocupación. Su portavoz, Marta Blázquez, afirmó que “la falta de ayudas directas podría desacelerar drásticamente las ventas de vehículos eléctricos en un momento crítico para la transición ecológica”.
Los principales incentivos que ahora se han paralizado en España
El Plan MOVES III, con un presupuesto inicial de 400 millones de euros ampliable a 800 millones, ha sido uno de los pilares para incentivar la adopción de vehículos eléctricos y la instalación de infraestructura de carga.
Su impacto ha sido notable, facilitando la instalación de más de 37.000 puntos de recarga y contribuyendo a un crecimiento del 30% en las ventas de vehículos eléctricos en 2023.
Asimismo, el paquete de medidas vetado por el congreso este miércoles incluye la deducción del 15% en el IRPF por la compra de un coche eléctrico. Dicha medida fue implantada en junio y tenía prevista una vida útil hasta finales de 2025.
Según informan medios locales, el PP colocó sobre la mesa la posibilidad de negociar y salvar en “15 días” las medidas apoyadas por el partido opositor al PSOE.
Los populares, previo a la votación del miércoles, ya habían fichado proposiciones de ley para aspectos como:
- Revalorización de las pensiones
- Ayudas al transporte
- Revalorización del Ingreso Mínimo Vital
- Determinadas medidas fiscales de apoyo al coche eléctrico
- Facilidades para que la Comunidad Valenciana se pueda endeudar a largo plazo para la reconstrucción de los municipios afectados por la dana
Según se publicaba, «si el PSOE quiere, estas medidas las podemos aprobar en menos de 15 días».
Qué espera el sector de la movilidad eléctrica del MOVES
Hasta el momento no se han recibido certidumbres al respecto y no se ha concretado un diálogo formal para avanzar en este sentido. Mientras tanto, el sector observa con atención cómo evolucionará el panorama de las ayudas públicas.
La industria coincide en que mantener un entorno favorable para la inversión y la adopción del vehículo eléctrico es esencial para que España no pierda competitividad frente a otros países europeos.

En España, la movilidad eléctrica creció exponencialmente gracias a los incentivos oficiales.
Las demandas para el futuro del programa son claras: simplificación, agilidad y mayor eficiencia.
En línea con esto, Pablo de Regoyos, responsable de SmartMobility Empresas en Iberdrola, consideraba que una de las mayores dificultades del sistema actual radica en el proceso de solicitud de las mismas.
“Las ayudas se otorgan de manera incentivadora, lo que significa que debes solicitarlas y hasta que no te las concedan no puedes mover un dedo”, explicaba en un evento organizado por Mobility Portal España.Esta burocracia, según el experto, representa un obstáculo significativo para la adopción masiva de vehículos eléctricos.
Urko Cantalapiedra, director comercial y de marketing de Veltium Smart Chargers, se mostraba de acuerdo.“Si fueran directas, probablemente la adopción sería muchísimo más rápida”, sostiene y destaca que sería beneficioso simplificar las ayudas para empresas de pequeño y mediano tamaño.