Clemente Ruiz Durán, Posgrado en Economía por la Universidad Autónoma de México (UNAM), sostiene que hay una reestructuración de la industria automotriz y que los salarios altos podrían colaborar al desarrollo tecnológico mexicano.
El académico indica que el papel del coche eléctrico como motor de innovación es “indudablemente bueno” y que “vamos retrasados”. Para avanzar en este desarrollo, propone el fortalecimiento de los sindicatos.
“Los sindicatos americanos lucharon por tener mejores salarios. Eso produjo desarrollo tecnológico. México jugó al salario barato, pero eso no impulsó el desarrollo tecnológico. Esto hay que discutirlo”, indica Ruiz.
Y suma: “El gran reto de los sindicatos es volver a sus orígenes para buscar una nueva remuneración para buscar la puerta al desarrollo de tecnologías”.
El experto se refiere a un “rediseño” de la industria a partir de la aparición de la electromovilidad.
Esta situación, que implicó un cambio en los actores, dota de más relevancia a los proveedores.
“Esto lo que ha traído es una reconfiguración de dónde se producen los coches, quién y cómo los producen. La carrera por producir coches es inmensa”, explica el economista.
En torno a este cambio, la centralidad se ha corrido de Europa y Estados Unidos hacia Asia, que concentra el 51% de la producción de vehículos.
“¿Quienes dominan la cadena? ¿Los países o los productores? La están dominando los productores. Tenemos que tener en cuenta su visión”, asevera Ruiz.
Es a partir de este panorama que Estados Unidos busca acercar las cadenas de valor para lograr mayor independencia del gigante asiático y poder seguir “en carrera”.
“Uno pide un coche eléctrico o híbrido, tardan unos meses en llegar. No es porque las empresas no tengan los coches sino porque no llegan las piezas para hacerlos”, expresa.
Y adiciona: “Ahí nos damos cuenta que la cadena de valor está dominada por los proveedores”.
Además de salarios, desarrollo de capital humaono
A partir del diagnóstico, Ruiz Durán explica que la intención de USA es apostar al nearshoring, proceso adoptado como directriz de las autoridades mexicanas.
En ese sentido, ejemplifica con el accionar del congreso estadounidense en torno al tema.
“No es una cuestión de palabras, el Congreso de usa emitió una Ley. ¿Qué dice? ‘Lo que vamos a hacer es dar financiamiento para sacar a los proveedores de China y ponerlos en América Latina’”, explica.
En esa pretensión, México, como país integrante de las articulaciones entre los tres países del norte, apuesta a relocalizar la industria de la electromovilidad.
A partir de ello, puede colocar sus productos en el mercado estadounidense, el cual financia la transición energética a través de medidas estatales agresivas como la Ley Bipartidista y la Inflation Reduction Act (IRA).
El país gobernado por Andrés López Obrador también lleva a cabo medidas de incentivo a la inversión en obras de infraestructura, políticas energéticas e incluso incentivos tributarios.
Sin embargo, el presidente sostiene que «el fuerte» mexicano es el capital humano. Inclusive, atribuye la llegada de Tesla al país a partir de la capacidad técnica de los ingenieros locales que, según pudo confirmar la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) a Portal Movilidad, constituyen el 50% de los profesionales en la empresa.
Por otra parte, esta cartera se encuentra ejecutando acciones para el desarrollo del capital humano en virtud de la hoja de ruta que estableció a principios de año.
Estas medidas podrían lograr desarrollar la electromovilidad en materia de producción y exportación, aunque no necesariamente para la adopción en el país.
Según la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) no se destinarán vehículos eléctricos al mercado local en la medida en que no haya demanda.
Para ello, explica José Zozaya, presidente de la asociación, es necesaria la aplicación de “políticas públicas integrales”.
En virtud de ello AMIA desarrolla un Plan Nacional de Electromovilidad para discutir con autoridades.
Por otra parte, en la última semana se dio a conocer el anteproyecto de Estrategia Nacional de Movilidad Eléctrica (ENME), el cual estipula la necesidad de establecer incentivos fiscales.
Cabe destacar que la misma no establece responsabilidades vinculantes para los objetivos establecidos hacia el 2030, 2040 y 2050.
Al respecto de las falta de regulaciones, Clemente Ruiz Durán sostiene que también deberían aplicarse normas para regular la calidad de los vehículos que ingresan al país.
“Están inundando el mundo de coches baratos. Desde China se hacen llegar coches eléctricos de 20.000 pesos y no son los que quisiéramos”, indica el experto.