La filial de gestión de medios de pago y fidelización de Repsol cuenta con más de 200.000 clientes profesionales y ofrece una amplia variedad de tarjetas que pueden utilizarse en las cerca de 4.000 estaciones de servicio que tiene la petrolera en la Península Ibérica.
Todo esto, gracias a los acuerdos con distintos partners, en cerca de 15.000 establecimientos en el continente europeo sin necesidad de cambiar su medio de pago.
Así, los clientes que decidan utilizar la tarjeta Solred en los puntos de recarga eléctrica de Repsol deberán registrarse previamente en su área privada ‘Mi Solred’ y añadir la tarjeta en la aplicación Waylet para poder disfrutar de las ventajas que ofrece la aplicación.
Repsol cuenta en sus estaciones de servicio con puntos de carga rápida o ultrarrápida con conectores compatibles para cualquier tipo de vehículo eléctrico, siempre operativos; con atención presencial durante gran parte del horario; asistencia y atención telefónica las 24 horas, y servicios adicionales a disposición de los usuarios.
Objetivos y desafíos de Respsol en el mercado eMobility
Carlos Bermúdez García, Gerente Desarrollo de Negocio Movilidad Eléctrica en Repsol, fue parte de la Cumbre de Infraestructura de Recarga del Vehículo Eléctrico organizada por Grupo Portal Movilidad, donde expuso en números el retraso administrativo para que un punto de recarga esté operativo.
Repsol iba tras el objetivo de tener para finales de 2022, 1.000 puntos de recarga rápida y ultrarrápida instalados y operativos, pero esa cifra se ha quedado en 522.
“Actualmente estamos instalando dos cargadores al día y activando entre nueve o 10 al mes”, hace énfasis Bermúdez.
De esta manera los objetivos de la energética de origen español vio sus objetivos cumplirse a la mitad. En 2021 se había lanzado el proyecto de la empresa que buscaba obtener un punto de recarga cada 50km.
Estas estaciones de carga están dotadas de servicios auxiliares, como zonas de recreación, cuartos de baño, restaurantes, entre otros.
Pero, la ilustración en números de Bermúdez no se detiene allí. Sino que la cantidad de puntos instalados y no operativos es de alrededor de los 670. 1.200 han sido colocados pero aún no obtienen la energía necesaria.
“Hay que ser conscientes que una obra que lleva cerca de 12 semanas nos está llevando un plazo de uno o dos años”, expresa.
Entonces, ¿Qué propone el sector? Generar una “ventanilla única” en donde todos los CPO puedan obtener las licencias correspondientes para poder agilizar los trámites y que se reduzcan los períodos de instalación.
En la actualidad, según relatan diferentes operadores, se estima entre 24 y 32 meses para poder tener operativo un cargador de estas características.
Para la instalación de un punto de recarga se debe acudir a diferentes ministerios parte del Gobierno central, a administraciones de Comunidades Autónomas y a los Ayuntamientos, donde el cargador está siendo colocado.
Actualmente, Repsol tiene más de 900 puntos de recarga en estaciones de servicio en España, entre potencias rápidas y ultrarrápidas.
“El objetivo es garantizar el suministro de energía para todos los usuarios de vehículo eléctrico allá donde estos recarguen. Sea en casa, en la empresa o en ámbito público”, aclara Bermúdez.
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