Tras su asunción como director ejecutivo de la Organización Latinoamericana de Energía (OLADE), Andres Rebolledo, menciona las pautas para acelerar el crecimiento del sector de movilidad eléctrica.
En esa línea, adelanta que la electromovilidad «será un pilar” en su plan de desarrollo y refiere al ascenso tecnológico ligadoal transporte.
En una primera instancia, sostiene: “Hay aspectos ineludibles que están sucediendo como la movilidad eléctrica, los nuevos combustibles sintéticos, el hidrogeno verde y la digitalización de redes”.
“El hidrogeno verde debería ser concebido como otra manera de integración”, indica.
Allí hace referencia a que, si en el futuro la movilidad es impulsada por este combustible, al final se posicionará como almacenamiento de energía sumando valor a la integración entre países.
“¿Ganará la batería de litio, el combustible sintético o el hidrógeno?», se pregunta casi retóricamente.
Frente a la consulta si en 2040 otros combustibles limpios tendrán un alto nivel de penetración menciona que “no tiene respuestas en concreto”.
De todos modos, Rebolledo aclara que en el que mediano plazo “habrá transiciones notables”.
Respecto al rol de los hidrocarburos, asume: “Juegan un papel importante y hay países en donde este recurso es más significativo por su peso en la balanza productiva y generación de divisas”.
Pilar de su gestión: movilidad eléctrica
En cuanto a los objetivos de trabajo que se establezcan en materia de movilidad eléctrica para su gestión sostiene que hay dos líneas de acción con visión estratégica:
“Veremos cómo avanzamos en diagnósticos, no solo en integración eléctrica, sino que eventualmente en otros ámbitos energéticos”.
En segunda instancia, sostiene: “Por la vía de innovar regulatoriamente podremos tener, por ejemplo, una integración entre países que no tienen fronteras entre ellos y que, por lo tanto, puedan constituir y desarrollar swap energético”.
Vale mencionar que ciertos países integrantes de OLADE están más retrasados que otros por ende hay que “trabajar en colocarlos lo más rápido posible en la frontera de la innovación tecnológica”.
De igual manera es importante considerar que la transición no es solo energética sino también económica y política.
Asimismo, plantea como eje clave de su mandato la elaboración y desarrollo de políticas energéticas y la capacitación de profesionales tanto en el sector público como privado.
En tanto, es contundente al afirmar que dado el momento “complejo” que vive la región y el mundo los desafíos para los próximos años serán “muy grandes” en un sector “bullante en términos de cambios tecnológicos”.