La inauguración del puerto de Chancay marca un hito en la infraestructura logística de Perú. Con una inversión de 3.600 millones de dólares, este mega puerto tiene el potencial de convertir al país en un hub regional clave en Latinoamérica en materia de vehículos eléctricos.
Así lo afirma Alberto Morisaki, gerente de Estudios Económicos de la Asociación Automotriz del Perú (AAP), en conversación con Mobility Portal Latinomaèrica.
La puesta en operación del puerto representa un cambio en los costos logísticos y los tiempos de tránsito, beneficiando tanto a vehículos de combustión interna como eléctricos.
“El puerto de Chancay tendrá un impacto económico significativo, mejorando la competitividad y facilitando el comercio exterior del país con otras regiones del mundo», comenta.
La construcción del puerto no sólo favorecerá a la economía peruana, sino que también fortalecerá las relaciones comerciales, especialmente con Asia.
Durante la primera fase de operación, el impacto sobre el Producto Bruto Interno (PBI) de Perú será de más del 0.3%, según el Ministerio de Transportes y Comunicaciones.
Sin embargo, para 2025, cuando el puerto entre en operación total, se espera que su contribución sea casi del 1% del PBI, un aumento notable que podría transformar la dinámica comercial del país.
Un aspecto clave de este proyecto es el impacto sobre los costos logísticos, que se reducirán entre un 20% y 25%.
Morisaki agrega que “esta reducción, sumada a una disminución de los tiempos de tránsito de un 30%, podría mejorar la competitividad de los productos que llegan al país, incluidos los vehículos eléctricos”
De esta manera, Chancay se posiciona como un punto estratégico para el comercio internacional, con la capacidad de abaratar los costos de importación de vehículos.
La incógnita es: ¿realmente se traducirá esta reducción en precios más bajos para los consumidores finales?
El gerente de Estudios Económicos explica que aunque la reducción de costos logísticos es significativa, existen varios factores que pueden influir en los precios finales de los vehículos eléctricos.
“A corto plazo, la reducción de costos logísticos se refleja principalmente en menores precios para los vehículos de combustión interna y también para los eléctricos”, subraya.
Sin embargo, sostiene que, a largo plazo, para que los precios de los vehículos eléctricos bajen de manera considerable, será necesario que otras condiciones del mercado también se alineen, como la producción local de componentes y baterías.
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¿Y las plantas de ensamblaje de vehículos eléctricos?
El puerto de Chancay impulsará la inversión en infraestructura de transporte y en tecnologías de automatización, lo que facilitará la llegada de vehículos al país de manera más eficiente.
En cuanto al sector automotriz, se espera que el puerto atraiga nuevas inversiones industriales, como la posible instalación de plantas ensambladoras de vehículos eléctricos en el futuro.
Así lo argumenta: «Es posible que en el corto plazo se genere la importación de vehículos de combustión interna, eléctricos o híbridos, así como repuestos y accesorios, lo cual traerá consigo menores costos logísticos y una mayor competitividad».
Morisaki señala que, si bien a corto plazo se verán mejoras en los costos logísticos y tiempos de tránsito, las plantas de ensamblaje de vehículos eléctricos no serán una realidad inmediata.
“Para que Perú pueda albergar plantas ensambladoras de vehículos eléctricos, se requiere de una cadena de valor que funcione adecuadamente», desde la producción de materiales como el cobre y el litio hasta la manufactura de componentes esenciales, como las baterías.
En cuanto al desarrollo de infraestructura para vehículos eléctricos, el país aún enfrenta desafíos.
A pesar de contar con importantes reservas de litio y ser el segundo mayor productor de cobre, Perú sigue dependiendo de la importación de componentes clave como baterías y cables de cobre, lo que afecta la competitividad del sector.
“Es necesario que Perú mejore su capacidad productiva interna, especialmente en la fabricación de cables de cobre y baterías, para que el ensamblaje de vehículos eléctricos sea una opción viable a mediano y largo plazo”, explica.
Además, comenta que «es importante considerar que las normas laborales en el país son rígidas», lo que afecta la competitividad frente a otros países y regiones del mundo.
«Para atraer inversiones, es fundamental reducir la burocracia y proporcionar predictibilidad a la inversión privada», suma.