El mercado chileno de vehículos de bajas y cero emisiones se encontró con un importante escoyo ante la eliminación de la gratuidad del permiso de circulación, lo cual implicará un aumento de hasta 25% en los precios finales de las unidades.
Este cambio, si bien gradual, impactará directamente en la compra de los coches y en el costo de lista de los precios finales de los autos más vendidos de Chile.
¿Por qué se eliminó la gratuidad?
El beneficio, vigente desde 2012, tenía como objetivo compensar los altos costos iniciales de adquisición de vehículos eléctricos, incentivando su adopción en el mercado nacional. Sin embargo, el Gobierno argumenta que la medida generaba un vacío fiscal significativo y favorecía desproporcionadamente a sectores de mayor poder adquisitivo.
La Ley 21.505, promulgada en 2022, introdujo una serie de reformas para racionalizar los incentivos fiscales y focalizarlos en sectores críticos. Entre estos ajustes, la eliminación de la exención del permiso de circulación para vehículos eléctricos buscó equilibrar las finanzas públicas, destinando mayores recursos a infraestructura de carga y subsidios dirigidos a flotas públicas y comerciales.
La exención establecía que, durante los dos primeros años desde la publicación de la ley, es decir, 2023 y 2024, los vehículos mencionados estarían exentos del pago del permiso de circulación. Posteriormente, se implementaría una rebaja progresiva en los seis años siguientes:
- Años 3 y 4: Pago del 25% del permiso de circulación.
- Años 5 y 6: Pago del 50%.
- Años 7 y 8: Pago del 75%.
Los actuales propietarios de vehículos eléctricos deberán ajustar sus presupuestos para cubrir el costo completo del permiso de circulación, un gasto que no contemplaban inicialmente.
En respuesta a estas inquietudes, expertos y organizaciones del sector han instado al gobierno a reconsiderar la eliminación de la exención o, en su defecto, a implementar nuevas medidas que compensen el impacto económico en los usuarios y promuevan la adopción de vehículos eléctricos en Chile.
Impacto en el mercado de vehículos eléctricos
Con esta medida, los compradores de vehículos eléctricos deben afrontar costos adicionales anuales de entre $100.000 y $500.000 pesos chilenos, dependiendo del modelo y su avalúo fiscal. Este incremento ha afectado las proyecciones de crecimiento del sector, que venía experimentando un auge significativo con un aumento del 200% en las ventas durante el último año, lo cual desacelerará el crecimiento del parque vehicular de cero o bajas emisiones.
Además, fabricantes y concesionarios reportan una caída en las reservas de vehículos eléctricos desde el anuncio de la medida, reflejando el impacto inmediato en la demanda.
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Aumentos en los favoritos
Los vehículos sostenibles más elegidos por los chilenos son en su mayoría de tecnología híbrida, a juzgar por la cantidad de unidades vendidas a lo largo del año., con 5849 unidades acumuladas vendidas hasta noviembre del año pasado.
A los autos de bajas emisiones les siguen los microhíbridos, que registraron 5540 entre enero y noviembre mientras que los eléctricos acumularon 3696 coches vendidos. Por otro lado, los híbridos enchufables registraron una venta de 988 unidades.
Según los informes de la Cámara de Distribuidores de Automotores y Maquinaria (CADAM), los diez modelos más buscados y vendidos por los chilenos es el siguiente: Toyota Corolla Cross (HEV), Versión XEI 1.8 (HEV), Suzuki Fronx (MHEV), Suzuki Grand Vitara (MHEV), Toyota RAV4 (HEV), Toyota Yaris Cross (HEV), Peugeot 3008 (MHEV), Tesla Model 3 (BEV), GWM H6 (HEV), Volvo EX30 (BEV) y la GWM Jolion (PVEH).
Si se tiene en cuenta la aplicación de la tasa del 3,5% que se le aplica a los vehículos, los modelos pasarán a tener el siguiente costo:
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Consecuencias para los usuarios
Para los usuarios actuales de vehículos eléctricos, el fin de la gratuidad significa un aumento en los costos operativos anuales, reduciendo una de las ventajas económicas clave frente a los vehículos a combustión interna. Esto también afecta los cálculos de retorno de inversión para quienes adoptaron esta tecnología bajo el argumento de menores costos a largo plazo.
Por otro lado, los compradores potenciales podrían retrasar sus decisiones de adquisición, optando por tecnologías híbridas o combustibles tradicionales mientras el mercado eléctrico se ajusta a los nuevos costos.