Manuel Montoya, director del Clúster Automotriz de Nuevo León, aporta proyecciones sobre el precio de los vehículos eléctricos en relación a los de combustión interna a nivel mundial.
“La estimación es que para 2025 el coche eléctrico y a gasolina van a costar lo mismo. Allí será cuando la adopción del vehículo eléctrico pueda acelerarse en todo el mundo. Según qué país, será más o menos rápido”, señala el dirigente.
Y suma: “En México es difícil pensar que haya una adopción rápida de vehículos eléctricos porque no tenemos infraestructura”.
¿De qué precio depende que el vehículo eléctrico se adopte más tarde o temprano?
Montoya enumera cuatro pilares, dentro de los cuales se incluye la legislación, la producción y oferta disponible, la infraestructura y el precio de las baterías.
Este último punto es central para la composición de costos de un vehículo eléctrico. Cabe mencionar que, si bien tienen menos autopartes que un rodado tradicional, la batería tiene un costo muy elevado.
“Hoy hay una lucha por llegar a un vehículo que cueste USD 30 mil. Para que eso sea factible, es necesario que la batería cueste menos de USD 10 mil”, explica el director.
Y añade: “Este año se viene el pico de la producción global de vehículos a gasolina. A partir del próximo año, con la entrada en producción de vehículos eléctricos, aquellos a gasolina van a empezar a bajar”.
Para ejemplificar, se menciona el caso de Noruega, país donde en el 2022 el 80% de los vehículos vendidos fueron cero emisiones.
Cabe destacar que el Gobierno de este país dispuso para 2025 la prohibición de venta de vehículos a combustión, lo que impulsó el movimiento hacia nuevas tecnologías.
El riesgo de que los vehículos se vuelvan obsoletos en pocos años orientó esa tendencia.
En relación a ello, en México hay grandes armadoras de vehículos eléctricos, aunque la mayoría son destinados a la exportación y existe poca penetración en el mercado local de este tipo de rodados.
Ford, JAC, BMW, Audi, Volkswagen, Nissan, Stellantis, Tesla y KIA son las empresas con presencia en la producción mexicana y han anunciado inversiones para sumar vehículos eléctricos a sus líneas de producción.
A su vez, se espera incentivar la inversión en este sector para sostener la posición internacional del país, con desarrollos de infraestructura como en Sonora o en el canal interoceánico.
Sin embargo, desde el sector privado, se indica que sin “políticas integrales” no sería posible arribar a los objetivos de transición en el sector transporte en el mercado interno. Es por eso que proponen la formulación de un “Plan Nacional de Movilidad Eléctrica”.
Para el 2025 se espera que se equiparen los precios y a nivel mundial la adopción sea de entre el 6% y el 15%. En México, el porcentaje de participación en 2022 fue de 0,9%, sumando 4,7% contando las tecnologías híbridas.
Leer más: Pese escasez de incentivos, ventas de vehículos eléctricos crecen 180% en México
¿Qué sucede con la infraestructura y el precio de los vehículos?
El costo de adquisición de un vehículo, según el director del Clúster Automotriz, puede ser alto o bajo, pero sin infraestructura de carga se dificulta la adopción masiva.
El principal problema de México en relación a ello es la demanda energética de los vehículos eléctricos.
Actualmente la mayor parte de la energía producida es en base a combustibles fósiles, con lo cual la estrategia de electrificar el transporte para disminuir emisiones no podría ser cumplida. En este escenario, se trasladaría la polución al sector energético.
Leer más: «¿Qué pasaría si todos los vehículos fueran eléctricos en México?»