El liderazgo de Portugal en la transición hacia la movilidad eléctrica, lejos de ser una sorpresa, responde a una serie de factores que ha impulsado su crecimiento en el sector.
Desde políticas gubernamentales hasta actores comprometidos con este cambio, que le permiten avanzar significativamente en comparación con otros países europeos.
En julio de 2024, la cuota de mercado de los vehículos electrificados alcanzó el 25,60% con 8.106 unidades matriculadas, con un 15,45% correspondiente a 100% eléctricos (4.944) y un 10,15% (3.162) a híbridos enchufables.
Según la Asociación de Usuarios de Vehículos Eléctricos (UVE), este incremento no se limita a los turismos, sino que abarca una amplia gama de categorías.
Los coches importados usados también marcaron un récord mensual, con 2.153 registros, lo que demuestra un creciente interés por parte de los consumidores en opciones de movilidad más sostenibles.
Las ventas han evidenciado una tendencia al alza durante todo el año.
El primer semestre registró un crecimiento del 10% en comparación con 2023.
A mediados de año, ya se había vendido casi el mismo número de vehículos eléctricos que en todo 2022.
“Si esta tendencia continúa, es posible que se alcancen las 45.000 o incluso 50.000 unidades vendidas para finales de 2024”, señalan desde UVE.
¿Cómo avanza la red de recarga en Portugal?
Un factor clave en el éxito portugués es la expansión de la infraestructura.
El país ha superado sus propios récords con la instalación de más de 5.000 estaciones de carga de acceso público a finales de julio.
Los usuarios tienen a su disposición alrededor de 1.900 estaciones de carga rápida o ultrarrápida, lo que representa el 37% de la red total.
Según MOBI.E, la empresa pública encargada de promover la movilidad eléctrica en Portugal, el número de recargas en la red superó el medio millón en el séptimo mes del 2023, con un incremento del 12% respecto a junio.
Si se compara con el mismo mes del 2023, el crecimiento es del 65%.
También se alcanzaron valores récord en el consumo de energía, que superó los 11.640.000 kilovatios hora (kWh), marcando un incremento del 80% respecto al mes de julio de 2023, así como en el número de usuarios, que sobrepasó los 90.000.
En los primeros siete meses del 2024, se efectuaron más de 3.276.000 recargas en la red MOBI.E, lo que implica un aumento del 67% en ambos indicadores en comparación con el mismo periodo del año anterior.
A pesar de este hito, desde UVE advierten que «será necesario incrementar el ritmo de instalación y conexión de puntos, para que las diferentes redes estén cada vez más disponibles para los usuarios de vehículos eléctricos».
En este marco, MOBI.E acaba de lanzar un concurso internacional para la instalación y explotación de un total de 156 estaciones de “repostaje” para coches eléctricos.
Estas estarán ubicadas en 62 municipios, seleccionados en el ámbito de la primera fase del proyecto “Calles Eléctricas”.
La iniciativa cuenta con un presupuesto de 2 millones de euros, que quedaron prácticamente agotados en esta etapa inicial.
Su objetivo es equipar las zonas urbanas con cargadores, especialmente en áreas donde predominan edificios residenciales o comerciales que no cuentan con aparcamiento propio.
En total se licitan 66 lotes, cada uno con entre dos y seis estaciones de abastecimiento, que se instalarán en la misma calle.
Cada estación tendrá una potencia de 22 kilovatios (kW), con dos tomas de corriente, y deberá aceptar un método de pago electrónico.
Las propuestas de los CPOs deberán presentarse a través de la plataforma de contratación pública acinGov antes del 11 de septiembre.
Se espera que las ubicaciones entren en funcionamiento a finales de 2025.
Incentivos y apoyo gubernamental
Aparte de las licitaciones, el apoyo del gobierno portugués también es un motor importante en la transición hacia la movilidad eléctrica.
Para la adquisición de vehículos eléctricos, se concede una exención total del impuesto sobre coches.
En el caso de los híbridos enchufables, se aplica una reducción del 75% del impuesto, siempre que el automóvil tenga una autonomía en modo totalmente eléctrico de al menos 50 kilómetros y emisiones de CO2 inferiores a 50 g/km.
Los híbridos también cuentan con una disminución del 40% si su autonomía eléctrica supera los 50 km y sus niveles de CO2 son de 50 g/km o menos.
En términos de propiedad, los 100% eléctricos están exentos de impuestos.
Para los coches de empresa, se aplica una exención del impuesto de sociedades autónomo para los de cero emisiones y una reducción para los híbridos enchufables que cumplan con los criterios mencionados.
Además, se permite una deducción del IVA del 100% para los primeros con un precio de hasta 62.500 euros más IVA y para los segundos con un precio de hasta 50.000 euros más IVA.
Los usuarios privados pueden recibir un subsidio de 3.000 euros para la compra de un nuevo eléctrico, siempre que el precio de compra no supere los 62.500 euros, aunque este incentivo está limitado a un vehículo por persona.
No se ofrecen incentivos específicos para el despliegue de puntos de recarga.
Cabe mencionar que en 2023, el Fondo Ambiental portugués destinó diez millones de euros para la adquisición de automóviles de cero emisiones, además de incentivar el desguace de coches anteriores a 2007.
Sin embargo, en 2024, los fondos disponibles para estos incentivos se han visto limitados debido a cambios en las prioridades del Gobierno.
Manuel Reis, Vicepresidente del Consejo Directivo de UVE, señala a Mobility Portal España:
«Hay un presupuesto reservado en el Fondo que podría emplearse para esto, por lo que es solo una cuestión de voluntad política implementarlo«.
Retos del mercado eMobility portugués
Uno de los principales desafíos que enfrenta el país es mantener la proporción de puntos de recarga en relación con el número de automóviles eléctricos en circulación.
«Con este crecimiento explosivo, ahora estamos sintiendo cierta degradación en la cantidad de cargadores públicos», comenta Reis.
Problemas relacionados con el suministro eléctrico y los procedimientos administrativos han causado retrasos en la entrada en servicio de algunos cargadores.
Pese a ello, Portugal sigue posicionándose por encima de los objetivos establecidos por el Reglamento Europeo de Infraestructura de Combustibles Alternativos (AFIR).
¿Qué pueden hacer las empresas para destacarse en Portugal?
De acuerdo a Carlos Ferraz, Director eMobility en PRIO, el principal factor a considerar es la legislación portuguesa y el modelo de movilidad eléctrica implementado en el país.
“Portugal es, hoy en día, uno de los países europeos con mayor penetración de vehículos electrificados y uno de los países con mayor madurez en este mercado”, asegura a Mobility Portal España.
Sin embargo, destaca que el modelo de negocio es diferente al del resto de Europa.
“La interoperabilidad es obligatoria para todos los CPO, dando al usuario la posibilidad de utilizar, con un solo medio de acceso, toda la red pública de recarga”, explica en este sentido.
De esta manera, los operadores no interactúan directamente con el usuario final, sino que su modelo de negocio se fundamenta en cobrar una tarifa por la disponibilidad del equipo.
En lo que respecta a la figura del EMSP, esta no existe en Portugal, pero sí está presente el papel del CEME, que es similar en todos los aspectos a aquel.
La principal diferencia radica en que los CEME también son responsables de suministrar energía a los usuarios, utilizando para ello la infraestructura de los CPO.
Esta red, administrada por MOBI.E, permite a los distintos actores seleccionar el segmento de mercado en el que desean posicionarse, ya sea en todos ellos o en uno específico.
Este modelo facilita que las pequeñas empresas compitan en igualdad de condiciones con las grandes corporaciones.
Además de encargarse de la gestión del flujo de información entre los diversos actores (CPO, CEME, operadores de la red de distribución), MOBI.E también tiene la responsabilidad de aprobar los cargadores disponibles para los usuarios.
“Los fabricantes que quieran invertir en este mercado deben tener esto en cuenta”, indica Ferraz.
No solo ello.
A pesar de ser pequeño, el representante de PRIO afirma que el mercado portugués también resulta atractivo para los productores de vehículos.