A lo largo y ancho del suelo argentino empieza a aparecer una nueva música: el eléctrico e imperceptible runrún de los autos a batería. En este sentido, resulta clave ahondar en el escenario eMobility dentro del mundo de las petroleras.
YPF
Por un lado, la petrolera de bandera argentina avanza discretamente en el terreno eléctrico. En 2023, planificó dos corredores eléctricos, uno conectando toda la Costa Atlántica y otro uniendo Buenos Aires con Córdoba.
En este marco, se adjudicaron más de 30 cargadores rápidos a cuatro fabricantes, con un ambicioso plan piloto de 700 kilómetros con cargadores ubicados cada 150 kilómetros.
Aunque la inauguración oficial no llegó según lo esperado, 15 de estos cargadores ya se encuentran instalados.
Además, recientemente, YPF lanzó “YPF Punto Eléctrico”, su primera membresía de carga rápida en Argentina, que permite a los usuarios de vehículos eléctricos cargar de manera ilimitada en su red.
La membresía, con costo fijo mensual y un primer mes de prueba bonificado, se gestiona a través de la APP YPF.
En cuanto al hidrógeno (H2), la petrolera también explora esta tecnología. Se considera que el H2 podría ser útil para flotas de taxis, mezclándose con GNC hasta un 30%, aprovechando las casi 2000 estaciones de servicio de GNC del país.
Así se pronunció públicamente Juan Agustín Bergna, Responsable Técnico Y-TEC del Consorcio de Hidrógeno, dejando entrever una nueva estrategia que está diseñando la compañía de cara a encontrar demanda para el H2 en el país.
Vale mencionar que el anuncio se da en el marco de las ambiciosas inversiones que YPF se plantea para la extracción de shale gas en Vaca Muerta: con un total de USD 5.000 millones, se trata del desembolso más grande de su historia en el yacimiento petrolífero.
Shell
Por su parte, la red Red Shell Recharge que ya cuenta con 10 cargadores rápidos instalados en los principales corredores del país uniendo las ciudades de Mar del Plata – Buenos Aires, Rosario, Córdoba y Río Cuarto, incorporó hace poco unos cuantos más.
Lo cierto es que Raízen Argentina, licenciataria de la marca Shell, también compite en la carrera eléctrica con Shell Recharge.
La firma instaló cinco nuevos puntos ubicados fuera de estaciones de servicio, como se viene registrando en este acotado mercado.
Vital para el segmento de electromovilidad, se trata de cargadores con una potencia nominal de hasta 22kW que permiten cargar un vehículo promedio del 20% al 80% de la batería en alrededor de dos horas.
La app Shell Recharge facilita la localización, reserva y visualización del estado de carga en tiempo real.
A nivel global, la empresa tiene planes de expansión, con el objetivo de alcanzar 2.5 millones de cargadores para 2030. ¿Lo logrará?
AXION
En alianza con Enel X, AXION energy fue la primera petrolera argentina en ofrecer energía para autos eléctricos.
Cabe destacar que el primer punto de carga lo instalaron en 2019 en una de sus estaciones de servicio, ubicada en la esquina de Avenida del Libertador y Jerónimo Salguero, en Palermo, Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA).
Además de ese equipo, la empresa cuenta con cuatro tótems más de acceso gratuito en CABA, los cuales fueron colocados en las gasolineras de Avenida Córdoba 5653, esquina Bonpland; en la de Libertador, llegando a la General Paz (Vicente López); y en las dos nuevas instalaciones ubicadas sobre la Autopista Buenos Aires – La Plata.
“Hoy todos los planos a desarrollar de las nuevas estaciones de servicio incluyen la incorporación de cargadores para atender la futura demanda de los vehículos eléctricos que, de manera incipiente, están penetrando en el mercado argentino”, explicaban desde el equipo de AXION energy a este medio.
La realidad es que la firma busca expandirse y ofrecer la más alta tecnología en todas sus instalaciones, ya sea en sus productos, servicios e infraestructura.
Puma
Mientras tanto, otras petroleras como Puma Energy también inician poco a poco su incursión en los cargadores eléctricos.
Por ejemplo, el año pasado Vulletic instaló un nuevo cargador en la localidad de Tapalqué, provincia de Buenos Aires.
Se trata del primero que la empresa cordobesa coloca en una estación de servicio Puma Energy, que en este caso pertenece a la compañía La Posta S.A.
Dicho cargador tiene 22 kW y dispone de los cables para vehículos del Tipo 1 y del Tipo 2. El Tótem cuenta con toda la gráfica de la empresa, pero además hay un cartel donde Puma explica cómo se debe realizar la carga.
¿Un tema de costos?
Sin lugar a dudas, el contexto económico de Argentina es un factor ineludible. En este contexto, el precio de un auto eléctrico es mucho más elevado que el de uno a combustión, especialmente sin la posibilidad de contar con incentivos por parte del Gobierno para la compra de vehículos cero emisiones.
Un claro ejemplo de esto es la comparación de precios entre vehículos a combustión e híbridos: el Fiat Cronos, el auto a combustión más vendido en 2023, tiene un precio de alrededor de 20.89 millones de pesos argentinos, unos 22.000 dólares.
En contraste, el Toyota Corolla Cross (HEV), el híbrido más vendido del mismo año, cuesta aproximadamente 39 millones de pesos argentinos, unos 43.000 dólares. La diferencia es notable.
¿Cuánto cuesta cargar un vehículo eléctrico vs llenar el tanque a combustión?
En esta era donde conviven el vehículo a combustión y el vehículo sostenible, la discusión también está dada por el precio de combustible versus el precio del kW y el tiempo de carga.
Muchos dicen que si bien el vehículo eléctrico es más caro para comprarlo, luego ese sobreprecio se amortiza cuando se ahorra en cada recarga comparando el costo de la electricidad con el del combustible.
Para ilustrar, el Fiat Cronos tiene una capacidad de 48 litros, lo que implica un costo de 50.880 pesos si se carga con el diésel más accesible (a un promedio de 1.060 pesos por litro).
Para comparar el costo entre combustible y electricidad, es más sencillo reducir la ecuación a 100 kilómetros de consumo. Considerando que un vehículo a combustión puede gastar unos 7.5 litros cada 100 kilómetros, el cálculo para el Fiat Cronos es de aproximadamente 10.000 pesos por ese trayecto.
En cuanto al precio de recorrer 100 kilómetros con un vehículo eléctrico, hay que considerar la potencia con la que se carga la batería. Si se carga en un domicilio particular con la potencia convencional, la carga es lenta pero económica. Sin embargo, si se enchufa el automóvil a un puerto de carga rápida en una estación, las cuentas cambian.
Con el avance de la movilidad eléctrica, las principales empresas de comercialización y distribución de combustibles y lubricantes en Argentina -YPF, Shell, Axion y Puma- se encuentran acompañando la transición instalando cargadores en sus estaciones.
Es importante mencionar que el cobro del servicio de carga eléctrica aún no está legislado en el país, por lo que se establecieron distintas formas para generar ingresos por los puntos de carga: membresías y tiempo de estacionamiento son las alternativas. Axion no cobra por la carga, por lo cual no hay gasto alguno para el usuario, mientras que YPF, Shell y Puma sí lo hacen.
¿Qué sucede con las petroleras en Europa?
Por el contrario, las petroleras en Europa ponen todas sus fichas en la transición hacia la movilidad eléctrica con grandes inversiones y una infraestructura en ascenso.
Empresas como Repsol, TotalEnergies, BP Pulse, Esso y Avia están al frente en la instalación de cargadores, con estaciones que combinan diseño, tecnología y sustentabilidad.
Por ejemplo, en España, Repsol intenta ganarse el mercado. En su objetivo de contar con un punto de recarga cada 50 kilómetros en los principales corredores viarios de la Península Ibérica, la firma continúa estableciendo acuerdos estratégicos.
Aumentó su red de puntos de recarga de 550 en 2023 y a 1.300 en 2024, lo que representa un crecimiento del 136%.
En la actualidad, dispone de aproximadamente 2.000 cargadores públicos instalados en España, de los cuales más de 1.330 están operativos, la mayoría de ellos ubicados en estaciones de servicio.
El objetivo de la multienergética es disponer de un punto cada 50 kilómetros en los principales corredores viarios de la Península Ibérica, un proyecto que se suma a su compromiso por convertirse en una compañía cero emisiones netas en 2050.