El nuevo informe de la Agencia Internacional de la Energía (IEA por sus siglas en inglés) prevé que el uso de petróleo para transporte decaiga para 2026.

La tendencia decreciente del combustible irá de la mano con la expansión de los vehículos eléctricos así como el crecimiento de los biocombustibles.

Fatih Birol, director ejecutivo de la IEA.

“El cambio hacia una economía de energía limpia está acelerando a medida que avanzan los vehículos eléctricos, la eficiencia energética y otras tecnologías”, declara el director ejecutivo de la IEA, Fatih Birol.

El informe “Oil 2023” en términos generales prevé que el crecimiento de la demanda anual de petróleo se reduzca de 2,4 mb/d este año a 0,4 mb/d en 2028.

Sin embargo aumentará un 6% entre 2022 y 2028 para alcanzar los 105,7 millones de barriles por día por la demanda de los sectores petroquímico y aeronáutico.

Según la asesora Bloomberg el crecimiento del mercado de vehículos eléctricos permitirá ahorrar 886.700 barriles de petróleo por día previstos en 2025.

¿Cuánto petróleo ahorran los vehículos eléctricos?

Según la asesora Bloomberg un vehículo de pasajeros con motor de combustión estándar usa alrededor de diez barriles de petróleo (BOE) por año.

Una motocicleta usa un solo barril.

Un camión Clase 8 utiliza alrededor de 244.

Un autobús usa más de 276 por año.

El dato a destacar es que los vehículos de dos y tres ruedas representan la mayor parte del petróleo ahorrado de los vehículos eléctricos a escala mundial.

En 2015 los ciclomotores, scooters y motocicletas desplazaron la demanda de casi 675.000 barriles de petróleo por día.

Para 2021, este número creció a un millón de barriles por día.

El siguiente cuadro muestra el desplazamiento diario de la demanda de petróleo por segmento de vehículo eléctrico, desde 2015 a lo que se prevé para 2025.

Fuente: Bloomberg.

La industria del petróleo se actualiza

A medida que el mundo continúa cambiando hacia fuentes de energía sostenibles, la capacidad de adaptación de la industria del petróleo determinará su protagonismo futuro.

Grupo Shell con su línea Shell Recharge es la primera red de puntos de recarga lanzada por una empresa petrolera.

Sus inversiones en materia de infraestructura para recarga de vehículos eléctricos alcanzan a 33 países de Europa.

En septiembre seleccionó la plataforma de gestión de energía inteligente y carga Driivz para construir nuevas ubicaciones de carga en más de 10 países europeos.

La vinculación tiene el objetivo de que Shell opere más de 500.000 puntos de carga en todo el mundo para 2025 y 2.500.000 para 2030.

Además planea su expansión por Estados Unidos.

A principios de este año firmó un acuerdo para adquirir Volta Charging, la empresa estadounidense de infraestructura de recarga.

Esta le facilitará a Shell escalar su red en el mercado norteamericano con 3.000 puntos instalados y 3.400 en cartera.

Para 2030 la multinacional planea reducir sus emisiones un 50% y ser totalmente neutra en carbono para 2050.

Por su parte, la compañía BP plc, anteriormente conocida como British Petroleum, es otro ejemplo de una petrolera en exploración de nuevos modelos comerciales.

La empresa inglesa fijó el objetivo de proporcionar más de 70.000 puntos de recarga públicos rápidos y ultrarrápidos en todo el mundo para 2030.

En febrero, anunció su plan de inversión para el desarrollo de estaciones de carga de vehículos eléctricos en Estados Unidos por una suma de mil millones de dólares.

Además, pretende convertirse en cero emisiones para 2050.

Mientras tanto, la francesa TotalEnergies va por el mismo camino.

Este año anunció una inversión de cinco mil millones para expandir su negocio de energía renovable y electrificación.

En Bélgica es donde más se destaca: ganó contratos públicos para instalar y operar más de 3.500 estaciones de carga en una primera instancia y 4.400 en una segunda.

En cuanto a la petrolera más poderosa del mundo, Saudí Aramco, se encuentra en la gestión de la primera planta de combustibles sintéticos de España.

La misma es fruto de una colaboración con la petrolera española Petronor y la energética Repsol.

La planta estará situada en el puerto de Bilbao y tendrá una capacidad de producción de 8.000 litros al día.

Se espera que entre en funcionamiento a finales de 2024.