Hoy es un día clave para la electromovilidad en Perú. En línea con la cercana inauguración del Puerto de Chancay, que se convertirá en uno de los mayores puertos de Sudamérica y buscará ensamblar vehículos eléctricos, la primera mandataria de Perú se encuentra en China para reunirse con dos actores fundamentales: BYD y Huawei.
El contexto en que se da esta visita no es menor. El sector automotriz no solo está en vilo por una Ley de Electromovilidad que, tras años de insistencias y múltiples proyectos, no logra sancionarse sino que también tiene el foco puesto en la potencialidad de convertirse en un punto neurálgico para la cadena de valor del vehículo eléctrico.
Las incógnitas son muchas, pero principalmente: ¿Qué pretende China de Perú? ¿Qué papel juegan las automotrices y la electromovilidad en el Gobierno de Boluarte? ¿Este viaje representará, finalmente, un impulso definitivo para el desarrollo de los vehículos eléctricos en Perú?
En el caso de BYD, la automotriz ya se encuentra en el país, aunque fuentes cercanas no quisieron brindar información y aseguraron a Mobility Portal Latinoamérica no estar al tanto de los detalles de la conversación.
En mayo de 2024, las comercializaciones de la marca líder en vehículos eléctricos registraron solo ocho ventas, ubicándose en el puesto seis.
La expectativa, entonces, está puesta en el encuentro que tendrá Boluarte con el presidente de BYD: ¿Será esta la oportunidad para seguir estrechando los históricos lazos comerciales que ahora le permitirán al gigante asiático abrir una planta de ensamblaje en el país?
Señales no faltan. Meses atrás, el ministro de Economía y Finanzas de Perú, José Arista, señaló que el puerto de Chancay permitirá atraer inversiones de fabricantes de vehículos eléctricos y manufactura.
La agenda de Dina Boluarte, quien está acompañada por una comitiva que incluye a Arista y a Raúl Pérez Reyes, ministro de Transportes y Comunicaciones, detalla reuniones con el Consejo Empresarial Peruano Chino, conformado por ADEX, Comex, la Cámara de Comercio de Lima, la Sociedad Nacional de Industrias y Cámara de Comercio China.
Es un hecho que el país busca posicionarse como un eje central para la producción y distribución de vehículos eléctricos en América del Sur a través de su Puerto de Chancay.
Según el presidente de la Asociación Automotriz del Perú (AAP), Karsten Kunckel, Perú tiene las “condiciones indispensables” para convertirse en el eje entre América del Sur, Asia y Oceanía.
Hay varios datos a resaltar sobre el rol de Perú: China es su principal socio comercial, se encuentra estratégicamente ubicado en plena costa del Pacífico Sur y es el único miembro de la Comunidad Andina de Naciones (CAN) en APEC.
De hecho, según trascendió, una de las intenciones de la jefa de Gobierno peruana es oficializar la invitación al presidente de China Xi Jinping a la inauguración de Chancay en noviembre.
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El comunicado oficial habla de “profundizar la Asociación Estratégica Integral China- Perú y promover cooperaciones bilaterales amistosas”, dentro de lo que se encuentra optimizar el Tratado de Libre Comercio (TLC) firmado en 2009 entre ambas naciones.
Otro detalle importante es que el 35% de las automotrices en Perú provienen de China.
A pesar de la recesión económica que experimenta el país, la comercialización de vehículos eléctricos se apuntala con la diversificación de precios y esto se debe, en gran medida, a la democratización que generan estas automotrices.
Según explicó Alberto Morisaki, gerente de Estudios Económicos de la AAP, a Mobility Portal Latinoamérica: “Estas marcas chinas responden a la demanda, se ajustan al bolsillo golpeado y permiten que los peruanos accedan a vehículos”.
Y agrega que la diversificación automotriz que logra que ya no solo predominen las marcas de lujo.
Asimismo, destaca que suelen ser empresas con respaldo en el país, lo que garantiza que dichos vehículos van a contar con los repuestos, mantenimiento y servicios que necesitan.
En términos de distribución y producción, Chancay, al estar ubicado a 80 kilómetros de Lima, entre Asia y Sudamérica, puede convertirse en el primer centro logístico del Pacífico Sudamericano, lo que reduce un 15% los costos y tiempos logísticos.
Esos factores convierten al país en un escenario ideal para atraer inversiones extranjeras en electromovilidad que fomenten la cadena de valor.
Para José Luis Torres De La Piedra, gerente de nuevas tecnologías en Divemotor Perú, el megaproyecto de Chancay es una “excelente oportunidad” para el país debido a varios factores geopolíticos.
“Cuando observamos los polos de desarrollo, todos han ido acompañados de parques industriales. Somos un país con una economía extractiva que depende del precio del cobre. Entonces, ¿por qué no industrializarse?”, argumenta a Mobility Portal Latinoamérica.
Y agrega: “¿Qué minerales necesita el mundo para la transición energética? Necesita cobre, y mucho. ¿Quién es productor de cobre en el mundo? Perú”.
Actualmente, el país se posiciona como el tercer productor mundial de cobre, después de Chile y el Congo. Aún así, el ministro de Energía y Minas de Perú, Rómulo Mucho, señaló que Perú tiene el potencial de superar a Chile y convertirse en el principal productor.
Las reservas de cobre ascienden a 110 millones de toneladas, en comparación con las casi 200 millones de toneladas de Chile.
Entonces, la postura de Torres De La Piedra es clara: ¿por qué no incluir a Chancay dentro de esta estrategia geopolítica para el desarrollo industrial? No solo en el ensamblaje de vehículos, sino también en el reciclaje y otros procesos industriales de valor agregado.
¿Qué pasa con la Ley de Electromovilidad en Perú?
En Perú hay 25 proyectos de ley que buscan regular la electromovilidad. Solo uno llegó a la instancia de entrar al Pleno del Congreso.
Tras 19 meses en el cajón, el único que logró avanzar este año fue el proyecto impulsado por el congresista de la República José Cueto, que destaca el uso eficiente de los recursos energéticos, mediante la promoción de condiciones favorables para el desarrollo de la industria y el mercado de vehículos eléctricos.
Uno de los puntos que genera repercusión es lo que se plantea respecto a los beneficios otorgados tanto a los vehículos eléctricos como a los híbridos por igual.
El proyecto de ley dispone una reducción temporal del Ad-Valorem y del Impuesto al Patrimonio Vehicular para ambas tecnologías.
La Comisión de Economía del Congreso aprobó el dictamen 1054, «Ley de fomento y desarrollo del transporte verde y cero emisiones a nivel nacional», que incluye incentivos tributarios para la importación y venta de vehículos eléctricos.
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En noviembre del año pasado, el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) presentó una estrategia de carácter integral que iba a ser tomada como base para un proyecto de ley de electromovilidad.
El documento contaba con tres ejes fundamentales que tenían como objetivo la adopción de los vehículos eléctricos, puntualmente en el segmento de camiones y buses. Esto es un dato importante.
Desde entonces, no hubo avances concretos. Además, trascendió que el Ministerio del Ambiente y el Ministerio de Energía y Minas también tienen proyectos propios, con este último observando partes del proyecto del MEF.
Ahora bien, el proyecto que está por ser discutido en el Congreso es otro y tiene una gran diferencia con el planteado por el MEF, ya que plantean ejes distintos.
Una de las principales razones detrás de este estancamiento parece ser las discrepancias entre el Legislativo y el Ejecutivo, lo que indica que habrá un proceso de negociación.
El MEF planteó enfoques específicos, como la atención prioritaria a los vehículos comerciales y de carga, mientras que el Legislativo abarca un espectro más amplio, incluyendo también los vehículos particulares.
Esto implica que, seguramente, haya que llegar a un consenso para lograr su sanción y promover la electromovilidad en Perú.