A pesar de que actualmente casi el 15% del mercado de autos nuevos en Costa Rica está compuesto por vehículos 100% eléctricos, el mercado eMobility se presenta desafiante para el próximo año.
La reducción gradual de los incentivos fiscales, que ha sido crucial para la adopción de vehículos eléctricos, se está convirtiendo en una preocupación significativa para los distribuidores y potenciales compradores.
A partir de 2025, se implementarán aumentos en varios impuestos que afectarán directamente el costo de adquisición y mantenimiento de los vehículos eléctricos.
El impuesto de importación de vehículos eléctricos, que hoy es del 0%, aumentará al 7.75%.
Asimismo, la exoneración del marchamo, el impuesto al ruedo que actualmente es del 60%, se reducirá al 40%.
En cuanto al IVA, que hoy es del 2%, aumentará al 3% y seguirá incrementándose un 1% anual hasta llegar al 13% en 2032.
Ante esta situación, Juan Sansó, Commercial Manager de Red Motors, en diálogo con Mobility Portal Latinoamérica, expresó su preocupación por el impacto de estos cambios en el mercado.
«Nosotros estamos proyectando que el segmento eléctrico va a caer el próximo año por este tema del aumento de impuestos. Si los fabricantes no bajan los precios y la exoneración se quita, es evidente que el volumen va a bajar y va a empezar a aumentar otra vez los vehículos de combustión’’
En consecuencia, el 2025 podría ser el primer año en mostrar un decrecimiento en la importación de autos eléctricos en Costa Rica, un retroceso después de varios años de crecimiento sostenido.
De todas formas, la situación podría agravarse aún más en 2027, cuando el IVA sobre los vehículos eléctricos aumente al 15%, anticipando una caída aún más pronunciada en las ventas.
El gobierno »pone precio» al progreso de los vehículos eléctricos
Existe una presión creciente para acelerar la eliminación de las exoneraciones fiscales por parte del Gobierno.
Los vehículos representan la segunda mayor fuente de ingresos fiscales para el gobierno costarricense, y el éxito de los autos eléctricos ha generado un déficit en la recaudación proyectada.
“Según el gobierno, los distribuidores se están dejando parte de la ganancia, sin embargo, no es así, y está tan claro que el estudio que se hizo de eléctricos nunca se ha hecho para carros de combustión”, detalla Sansó.
En conclusión, 2025 se perfila como un año crítico para el mercado de vehículos eléctricos en Costa Rica, con una serie de aumentos de impuestos que amenazan con desacelerar la adopción de tecnologías limpias en el sector automotriz.
Cabe destacar que los próximos meses serán decisivos para determinar si los fabricantes pueden ajustar sus precios y si el gobierno encontrará un equilibrio entre la necesidad de recaudar impuestos y fomentar la sostenibilidad.
Mejoras en la red de carga, otro desafío pendiente
En Costa Rica hay aproximadamente 350 estaciones de carga, de las cuales alrededor de 300 son semirrápidas y unas 50 son rápidas, según información de la Asociación Costarricense de Movilidad Eléctrica (ASOMOVE) y Electromaps.
Aunque esta cifra sugiere una red de carga robusta para el tamaño del país, aún es necesario realizar mejoras en la infraestructura.
En línea con ello, para mejorar la red de carga, es clave aumentar el número de cargadores rápidos en puntos estratégicos, como autopistas y zonas de alto tránsito turístico.
‘’Necesitamos cargas rápidas en Costa Rica, ubicadas en lugares específicos, para que la gente pierda el miedo y sepa que puede ir a cualquier lado con su vehículo eléctrico’’, explica Sansó.
Y agrega: ‘’Estoy seguro de que, si el gobierno toma una iniciativa más fuerte para instalar electrolineras, el volumen de ventas sería aún mayor.»
Entonces, es necesario incrementar la densidad de puntos de carga para evitar tiempos de espera prolongados y garantizar una experiencia de usuario más fluida.