Parque Arauco, una empresa con fuerte presencia en el sector de energías renovables, está llevando adelante un proyecto piloto que combina hidrógeno verde y gasoil, con la idea de poner en circulación 300 buses híbridos en un futuro cercano.

Con 250 megavatios de energía eólica ya en funcionamiento y planes para agregar 500 megas más con proyectos híbridos, Arauco decidió avanzar hacia la transición energética del transporte público.

El proyecto, pionero en Argentina, se basa en una planta piloto de un megavatio que, mediante electrólisis, genera hidrógeno para alimentar 15 buses.

La idea es que estos vehículos funcionen con un 40% de hidrógeno y un 60% de gasoil, una mezcla que no solo busca reducir las emisiones, sino también hacer viable económicamente la operación diaria.

“Esto es solo el principio”, asegura Osvaldo Navarro, asesor de Parque Arauco y miembro activo del consorcio H2R, liderado por Y-TEC, la empresa tecnológica de YPF, a Mobility Portal Latinoamérica. 

La fase piloto, según Navarro, servirá para “adquirir conocimientos y tomar contacto con los proveedores”. Pero la mirada está puesta mucho más allá: la empresa proyecta una expansión que llevaría la planta a 25 megavatios, con la capacidad de alimentar hasta 300 buses que recorrerían 300 kilómetros diarios. 

Si todo sale según lo planeado, se reduciría un 40% el uso de gasoil en este tipo de transporte, un ahorro importante para un país que busca diversificar su matriz energética.

Para el experto, la clave del éxito está en la combinación de hidrógeno y gasoil. “Si hubiéramos optado por usar solo hidrógeno, el costo de inversión sería altísimo, y el costo por kilómetro de los buses se triplicaría”, explica el asesor de Parque Arauco.

En cambio, este enfoque híbrido permite incorporar el hidrógeno de manera gradual y accesible, sin disparar los costos operativos.

Entre la regulación y el financiamiento

Pero como se sabe, la tarea está lejos de ser sencilla. Navarro destaca que uno de los principales desafíos es el financiamiento. En este sentido, admite: “Aunque no es un CAPEX muy elevado, sigue siendo una inversión considerable para un servicio público como el transporte”.

Así y todo, el tema más complicado, según el especialista, es la regulación. Arauco necesita que la Secretaría de Transporte adecúe la normativa para que los buses puedan transportar y utilizar hidrógeno de manera segura en la vía pública.

“Es un camino que estamos recorriendo, y creo que es el mayor desafío”, reflexiona. 

El proyecto también implica adaptar los buses existentes, un proceso que parecería ser una especie de “retrofit”.

Aunque están en la fase de prefactibilidad, la idea es modificar los buses a gasoil para que puedan utilizar hidrógeno verde como parte de su combustible. Este es un reto técnico y regulatorio que aún requiere de mucha ingeniería y, sobre todo, de ajustes normativos para su implementación.

Parque Arauco y el respaldado de la provincia

La naturaleza estatal de Parque Arauco, con la provincia de La Rioja como accionista mayoritaria, juega un rol clave en la viabilidad del proyecto. 

“Este proyecto está alineado con las políticas de la provincia”, subraya, lo que implica un respaldo institucional que podría facilitar la ejecución de la iniciativa y su posterior escalamiento.

¿El hidrógeno en taxis?

“El hidrógeno (H2) podría aplicarse en ciertos segmentos como las flotas de taxis, donde uno necesita cargar el vehículo rápidamente”, planteó recientemente Juan Agustín Bergna, Responsable Técnico Y-TEC del Consorcio de Hidrógeno.

Así se pronunció públicamente el experto, dejando entrever una nueva estrategia que está diseñando la compañía petrolera -ahora energética- de cara a encontrar demanda para el H2 en el país.

Vale mencionar que el anuncio se da en el marco de las ambiciosas inversiones que YPF se plantea para la extracción de shale gas en Vaca Muerta: con un total de USD 5.000 millones, se trata del desembolso más grande de su historia en el yacimiento petrolífero.

Entonces, el interrogante que se abre pone en el centro de la escena al GNC y al servicio del transporte público, principal mercado de este combustible.

En este contexto, ¿es posible adaptar las Estaciones de Servicio disponibles en Argentina a este tipo de tecnología cero emisiones?

Los expertos aseguran que es viable mezclar hasta un 30 por ciento de hidrógeno con GNC, lo que permitiría utilizar la capacidad instalada de las casi 2000 bocas de expendio que funcionan en el país y que abastecen a cerca de 2 millones de vehículos.

De modo que cualquier persona con un vehículo a GNC podría cargar el mix energético. Mientras tanto, los estacioneros no se enfrentarían a grandes inversiones ni tendrían que modificar estructuras.

Aquí, cabe destacar el proyecto que lanzó Pico Truncado en 2021 para abastecer automóviles y camionetas con una mezcla de GNC e H2 en su camino hacia la producción de hidrógeno verde.

Una oportunidad clave en Argentina

Al considerarse similares los tiempos de carga de vehículos con hidrógeno y GNC, no solo es una alternativa para el transporte pesado, sino que también sería una opción factible para segmentos como los taxis, y hasta “se lograría mejor autonomía que con las baterías”. 

Es innegable que al introducir esta variante al GNC, la energética está realizando una apertura que tal vez redefina la transición de la movilidad urbana hacia las cero emisiones. 

Tanto para el mercado interno, cómo para el externo, esta hoja de ruta significa potencial.

Cuando el sector habla de hidrógeno, también hace referencia a que se esperan producir 4 millones de toneladas, 12 veces más que en la actualidad, lo que representaría inversiones por arriba de los 90 mil millones de dólares para el desarrollo.

En este marco, Bergna, manifiestó: “Surge un gran desafío y una enorme oportunidad para el hidrógeno, por eso es fundamental trabajar en los marcos normativos».