En el primer trimestre de 2025, Paraguay y Chile se posicionaron como los países con mayor crecimiento en la venta de vehículos eléctricos en América Latina, según datos de la Asociación Latinoamericana de Distribuidores de Automotores (Aladda).
El crecimiento total de las ventas de vehículos en Chile alcanzó el 142,1% respecto al mismo período del año anterior, mientras que Paraguay reportó un alza del 84,8%. Cabe destacar que los números de Paraguay se obtienen a partir de los registros de importación de vehículos que ingresan al país.
En particular, Paraguay se destacó en el segmento de híbridos enchufables, con un salto del 296,6%, y en eléctricos puros, con un 138,1%, cifras que superan ampliamente el promedio regional.
En conjunto, América Latina registró un incremento del 7,5% en las importaciones totales de vehículos por tecnología. El desglose muestra avances del 2,2% en eléctricos puros, 1,1% en híbridos enchufables y 4,2% en híbridos convencionales.
Aunque países como Colombia (246,8% en eléctricos puros) y Panamá (146,6%) también exhiben cifras llamativas, las condiciones internas y el marco normativo generan ritmos desiguales. En contraste, Brasil registró una caída del 8,1% en las ventas de eléctricos puros, y México retrocedió un 15,5% en este mismo rubro.
Aranceles: el “termómetro” de la electromovilidad
Un factor determinante que explica estos contrastes son los aranceles de importación, que actúan como incentivo o barrera para el ingreso de vehículos eléctricos. En países como Paraguay y Chile, donde se ha optado por exenciones impositivas o tasas reducidas, el mercado responde con fuerza.
Según un relevamiento de Mobility Portal Latinoamérica, en Paraguay rige una exoneración de impuestos para vehículos eléctricos, lo que ha permitido que modelos de origen chino ingresen con precios competitivos, facilitando su adopción por parte de particulares y empresas.
En Chile, además de la eliminación del impuesto verde para flotas públicas y programas de incentivos a la renovación, el bajo arancel de entrada a eléctricos (0% para países con TLC, como China) ha sido clave en el crecimiento del segmento.
En cambio, en Ecuador, el reciente anuncio de un retorno parcial de aranceles a vehículos eléctricos ha generado alarma en el sector. “Es una medida contradictoria con la política climática nacional”, señalaron desde la industria automotriz, advirtiendo que la incertidumbre fiscal podría frenar la expansión del mercado.
También hay preocupación por el impacto indirecto de las medidas arancelarias de Estados Unidos contra productos chinos, que podrían encarecer la oferta disponible en Latinoamérica. “La mayoría de las marcas que hoy lideran el mercado latinoamericano son de origen chino”, indica un análisis publicado por Mobility Portal Latinoamérica, advirtiendo sobre un posible efecto “dominó” en los precios.
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Políticas públicas como motor del cambio
El desempeño de Paraguay y Chile no es producto del azar. En ambos casos, las autoridades han diseñado políticas públicas orientadas a acelerar la transición energética en el transporte.

Mauricio Bejarano, viceministro de Minas y Energía de Paraguay.
Paraguay ha promovido una agenda de movilidad sostenible alineada con sus compromisos internacionales de descarbonización. Esto incluye cooperación con fabricantes, promoción de infraestructura de carga y capacitaciones para técnicos locales.
Por su parte, Chile cuenta con una Estrategia Nacional de Electromovilidad que apunta a que todos los vehículos livianos vendidos desde 2035 sean cero emisiones. Iniciativas como “Mi Taxi Eléctrico” han impulsado la renovación de flotas urbanas, con apoyo financiero y capacitación técnica para los conductores.
¿Qué sucede en el resto de la región?
En países como Perú, el crecimiento fue moderado (3,9% en importaciones totales), aunque en marzo se registraron cifras récord en la venta de vehículos electrificados, marcando una señal positiva para el resto del año.
En tanto, Costa Rica, históricamente un referente regional, mostró una desaceleración en eléctricos puros (9%), mientras que los híbridos convencionales crecieron 42,2%, reflejando una transición más gradual.
De cara al futuro, la experiencia de Paraguay y Chile sugiere que el desarrollo del mercado de electromovilidad requiere de estabilidad normativa, eliminación de aranceles, incentivos económicos y acceso a tecnología asequible.
Los especialistas advierten que sin un marco fiscal coherente y previsible, es difícil generar confianza tanto en los consumidores como en los importadores. Por ello, diversos sectores reclaman que la electromovilidad sea considerada política de Estado, con una hoja de ruta clara y transversal.