Chile | Opinión
martes 29 de junio de 2021
Opinión: Conducción eficiente: una nueva actitud al volante
Alberto Escobar Gerente de Movilidad y Políticas Públicas de Automóvil Club de Chile.
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La conducción eficiente es un estilo y actitud de conducción que ya está consolidada en Europa, pero que aún en la región se desconoce. Esta forma permanente de manejar se rige por una serie de reglas sencillas y eficaces que buscan incentivar buenos hábitos en los automovilistas, para así adaptarlas a las nuevas innovaciones y tecnologías de los vehículos modernos.

En efecto, la tecnología de los vehículos ha evolucionado de forma significativa en los últimos años, pero la forma de conducirlos ha permanecido invariable. Precisamente, en países como Suiza, Alemania, Holanda o España se dieron cuenta de este desajuste, y decidieron promover entre sus conductores una serie de técnicas de conducción inteligente para optimizar al máximo los recursos del automóvil y así contribuir al cuidado del medioambiente.

La conducción eficiente trae aparejada una serie de beneficios, entre ellos, optimizar el consumo de combustible, reducir las emisiones de CO2, bajar los costos de mantenimiento y operación del automóvil. Además, aminora los niveles de estrés durante los traslados y promueve una conducción más responsable.  Su implementación contribuye también  a la seguridad vial. Al sugerir velocidades de conducción menores, se genera un tránsito vehicular más calmado y, por consecuencia, una reducción de los siniestros viales.

Encender el motor sin pisar el acelerador, mantener una velocidad constante; evitar frenazos y cambios de marcha innecesarios; cerrar los vidrios y encender el aire acondicionado si se conduce a más de 40 km/H;  mantener los neumáticos a la presión recomendada por el fabricante o ir con la carga estrictamente necesaria, son algunas de las prácticas de manejo eficiente que las conductores deberían intentar realizar, y comprobar sus beneficios. De hecho, si un conductor realiza alguna de estas acciones diariamente en sus traslados puede tener un ahorro significativo de hasta un 20% de combustible.

La conducción eficiente trae una serie de beneficios de tipo medioambiental, económico y personal cuyas prácticas deberían ser conocidas y aplicadas por todos nosotros en nuestros traslados. Usar el automóvil de manera más eficaz e inteligente es posible, y para eso necesitamos automovilistas muchos más informados y comprometidos con la adopción de buenas prácticas detrás del volante.

Si en algún momento un consumidor está apostando por comprar un auto eléctrico, implementar con anterioridad este estilo de conducción le permitirá, en un futuro, sacarle mayor rendimiento a la tecnología que está asociada a estos vehículos y obtendrá mejoras significativas en aspectos tan relevantes como la autonomía y los tiempos de carga. Como los sistemas de recuperación de energía de estos automóviles tienden a priorizar una conducción eficiente, los usuarios están obligados a introducir cambios detrás del volante para adaptarse al funcionamiento y a las innovaciones que existen detrás de estos motores eléctricos.  En la medida que internalicemos este tipo de prácticas en nuestros traslados, más rápido será la transición que se requiere para conducir un vehículo con este tipo de tecnología.

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