El director ejecutivo de la filial alemana de Stellantis, Opel, dice que la marca ha superado la escasez de semiconductores que ha afectado a la industria automotriz en los últimos años.
Sin embargo, el CEO de Opel, Florian Huettl, dijo al medio que la compañía estaba luchando con una escasez rampante de mano de obra calificada.
La compañía está buscando expertos en TI para trabajar en «una mayor electrificación y los próximos pasos en la conducción autónoma«, dijo Huettel.
Florian Huettl es el CEO de Opel desde octubre de 2022, cuando sustituyó a Uwe Hochgeschurtz (pasó a ser director de Operaciones de Opel en Europa) al frente de la empresa alemana.
Desde ese momento, en sus manos está la dirección de una marca que acaba de cumplir 160 años y que tiene un hito más que importante en 2028, cuando toda su gama estará compuesta de coches eléctricos (BEV, o ‘Battery Electric Vehicles’).
Razones para pasarse a la electrificación hay muchas.
“No hay planeta B”, se apresuran a reconocer muchos responsables de marcas, incluido el propio Uwe Hochgeschurtz.
Pero también hay razones más mundanas.
Por ejemplo, la norma Euro 7 que deberán cumplir los coches nuevos supone “un despilfarro” para las marcas.
Estas se verán obligadas a invertir millones en unos motores que van a desaparecer en poco más de una década, así como en dispositivos para reducir las partículas que emiten tanto los frenos como los neumáticos.
La norma entra en vigor en julio de 2025: un suspiro en términos automovilísticos. Y “un triunfo para los burócratas”, remarcaba Hochgeschurtz cuando aún era CEO de la marca.
Huettel mantiene la misma postura. En conversación con Business Insider España durante el Salón del Automóvil de Bruselas, mantuvo la fecha de 2028 establecida por el anterior CEO de Opel como el principio de la electrificación total de la marca.
Desde ese momento en su gama solo habrá coches eléctricos.
“Hoy utilizamos plataformas multienergía, pero llegarán las puramente eléctricas”, aseguró.
Ante la respuesta del mercado ante una marca que no va a vender versiones de gasolina o diésel, Huettl admitió que “el paso a los eléctricos puros tendrá bastante impacto”, ya que su producción “es más cara”.
Eso repercutirá en las ventas de un producto que cada vez cuesta más: aumento de la demanda, inflación, crisis de los semiconductores.
Todo ello ha llevado a que, por ejemplo, en España el precio medio de un coche nuevo en 2022 aumentara hasta 33.403 euros, un 4,4% más con respecto a 2021, según un estudio de MSI para Ganvam.
A la pregunta de cuándo se acercarán los precios de los eléctricos a los de combustión, Huettl piensa que está desfasado, pues en unos pocos años no habrá vehículos de combustión interna en los concesionarios de la marca.
Objetivo: movilidad eléctrica accesible y economía circular
Opel terminó el año pasado en posición 14 de ventas en España con 26.584 unidades y el precio medio de sus modelos fue de 24.925 euros, lo que supuso un 4,1% menos que en 2021.
Su modelo estrella fue el Opel Corsa que se fabrica en la planta de Stellantis en Figueruelas, Zaragoza, de donde también sale la versión de batería y terminó 2022 también en el puesto 14 de ventas con 13.460 unidades matriculadas.
En todo caso, Huettl dio un poco de esperanza a los que piensan que un BEV será siempre demasiado caro:
“Nuestro objetivo como marca es hacer la movilidad eléctrica sostenible”, una idea idéntica a la que defendía el director general de Citroën Vincent Cobée durante una entrevista con Business Insider España también en la cita belga.