Con el objetivo de fortalecer las políticas públicas en movilidad eléctrica, atraer inversión extranjera y avanzar hacia un sistema de transporte limpio, eficiente y sostenible para la población mexiquense, el Gobierno del Estado firmó un memorándum de entendimiento con el Instituto Global para el Crecimiento Verde (GGGI, por sus siglas en inglés).
El acuerdo, vigente durante la presente administración, fue suscrito por el secretario de Movilidad, Daniel Sibaja González, y el representante adjunto en México de GGGI, José Luis Amaya Loustaunau, en una ceremonia oficial que subraya el compromiso del estado con la descarbonización del sector transporte.
“El GGGI es un aliado estratégico para transformar el sistema de transporte mexiquense, con asesoría técnica y acompañamiento internacional. Este acuerdo nos permite atraer inversión verde y construir una movilidad para todos y todas”, aseguró Sibaja González durante el acto.
GGGI es una organización intergubernamental con presencia global, que apoya a gobiernos nacionales y subnacionales en el diseño e implementación de estrategias para un crecimiento económico bajo en carbono.
Su experiencia incluye cooperación con actores del sector privado, universidades y organismos multilaterales para acelerar la transición energética y la sostenibilidad urbana.
Política pública «verde» que incluya movilidad eléctrica
El memorándum contempla no solo el intercambio de conocimientos técnicos sobre movilidad eléctrica, sino también la exploración de esquemas financieros innovadores para implementar proyectos a escala regional.

Daniel Sibaja González, Secretario de Movilidad, firma el memorandum con GGGI.
Esto incluye asistencia en la estructuración de planes de inversión y renovación de flotas, la creación de indicadores de impacto ambiental y social, y el diseño de programas piloto.
Uno de los principales ejes de la colaboración será la identificación de metodologías para renovar el parque vehicular del Estado de México, una tarea prioritaria para el gobierno de la maestra Delfina Gómez Álvarez.
Actualmente, gran parte de la flota del transporte público opera con tecnologías obsoletas, generando altos niveles de emisiones contaminantes y un impacto negativo en la salud pública.
“Queremos que esta transformación beneficie a la mayoría de las y los mexiquenses. La cooperación con GGGI nos permitirá diseñar soluciones reales, escalables y sostenibles para nuestras ciudades”, expresó Sibaja según publica Edomex Al Día.
El GGGI, que tiene sede en Seúl y trabaja en más de 40 países, ha liderado proyectos de movilidad eléctrica en Colombia, Perú, Indonesia, Marruecos y Etiopía, con resultados concretos en políticas de transición energética, financiamiento climático e integración de tecnologías limpias en sistemas de transporte urbano y rural.
Diagnóstico, planeación e impacto en el territorio
Como parte inicial del trabajo conjunto, se realizará un diagnóstico integral de las necesidades, capacidades y retos del sistema de transporte mexiquense, así como del potencial para adoptar tecnologías de movilidad eléctrica.
Este análisis incluirá variables técnicas, económicas, institucionales y sociales que afectan la implementación de la electromovilidad en los distintos corredores urbanos del estado.
Además, el GGGI asesorará al gobierno estatal en la formulación de proyectos con potencial de financiamiento multilateral, particularmente en áreas con alta densidad poblacional o vulnerabilidad ambiental.
También se prevé la capacitación de personal técnico y administrativo en estándares internacionales de movilidad eléctrica.
Este enfoque busca no solo reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, sino también disminuir los niveles de ruido urbano, mejorar la calidad del aire y ofrecer un servicio de transporte más eficiente y seguro para los usuarios.
Inversiones verdes para un futuro sostenible
El memorándum se alinea con los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) de la Agenda 2030 y abre la puerta a la incorporación del Estado de México en plataformas globales de cooperación climática.
Esto permitirá que los proyectos de movilidad eléctrica no dependan exclusivamente del presupuesto estatal, sino que puedan integrarse a mecanismos de financiamiento climático como el Fondo Verde para el Clima (GCF) o el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF).
Además, la alianza se perfila como una herramienta clave para incentivar la inversión privada en infraestructura de carga, servicios de mantenimiento, sistemas de gestión de flota y nuevos modelos de transporte compartido basado en vehículos eléctricos.
La transición hacia una movilidad sustentable no solo se enfocará en el transporte público masivo, sino también en taxis, transporte escolar, carga liviana y otras modalidades que pueden beneficiarse de la electrificación progresiva.