En enero, la empresa mexicana Mobility Ado fue reconocida por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales del país por evitar la emisión de 10 millones de toneladas de dióxido de carbono tras brindar un servicio sustentable. Y, por supuesto, con esta misma idea miran hacia adelante.
Durante el especial sobre infraestructura de carga para vehículos en Latinoamérica y Caribe, Juan Carlos Abascal, director de soluciones para movilidad de Mobilty Ado, destaca que el plan de la compañía es alcanzar los 70 buses BRT, en los próximos años, en un proyecto que comenzó tan solo con nueve.
“Hace un tiempo, se nos presentó la oportunidad de traer el primer BRT, el autobús de 18 metros, a una operación de sistema de metrobús de la Ciudad de México. Se trata de un sistema que ha cumplido quince años y cuyas primeras fases de las concesiones originales se están terminando”, explica Abascal, quien agrega: “Hoy era el momento de decidir con las autoridades, cómo podíamos juntarnos para hacer viable la posibilidad de esta operación”.
Pensando en el objetivo a largo plazo mencionado antes, el empresario señala que el diseño de la infraestructura de carga fue un punto fundamental a tener en cuenta a la hora de continuar con el proyecto: “Hicimos un desarrollo interno de nuestros patios”, indica, y luego continúa: “Como nuestros patios están en una zona industrial, todas las acometidas de la empresa estatal de energía tienen la capacidad para suministrarnos de energía suficiente”.
Luego de haber solucionado el lugar, Abascal asegura que pudieron reformarlo para tener un “sistema de patio nocturno”, donde van a cargar los vehículos solo a la noche y todos al mismo tiempo. De esta manera, el costo de la energía se abarata.
Si bien el plan se encuentra encaminado, el representante de Mobility ADO afirma que es necesario el apoyo, en especial, por parte del gobierno y defiende la idea de un cambio urgente en el modelo de negocios.
“Hay que encontrar diferentes maneras de financiar el cápex. El riesgo de inversión del cápex tiene que disminuir y no tiene que estar ligado al riesgo operativo. De esa forma, bajas el nivel de riesgo del cápex y lo abaratas considerablemente”, apunta Abascal.
Y cierra: “Creemos que el futuro de la electromovilidad es en las grandes ciudades, somos cada vez un mundo más urbano y los retos están en esas zonas. Vamos a seguir apostando por cambiar los sistemas de movilidad en Latinoamérica y Europa”.