Mini está considerando fabricar coches eléctricos en Norteamérica en el futuro para acceder a las subvenciones estadounidenses.
Lo que no deja por fuera que un crossover eléctrico de Mini podría entrar en producción en la planta mexicana de BMW en San Luis Potosí en la segunda mitad de la década.
Allí se fabrican actualmente berlinas de combustión interna de las series 2 y 3. BMW había anunciado en febrero que invertiría 800 millones de euros en su planta mexicana para la integración de los modelos totalmente eléctricos de la Nueva Clase, pero aún no había nombrado ningún modelo concreto.
Según rumores anteriores, se tratará de un sedán eléctrico y un SUV del segmento de la Serie 3. Según una información de Automotive News, el crossover eléctrico de Mini también podría utilizar la nueva plataforma de BMW.
El fabricante de automóviles no ha confirmado la información; un portavoz declinó hacer comentarios sobre el informe. Si efectivamente es así, probablemente será el primer modelo de 800 voltios de la marca Mini -se sabe que la Clase Nueva es una plataforma de 800 voltios con células redondas de gran volumen-.
Sin embargo, está por verse qué tan grande podría ser este Mini crossover. Según declaraciones anteriores de responsables de BMW, la Nueva Clase debería ser apta para vehículos del segmento de la Serie 1 hasta la Serie 7.
Sin embargo, un SUV compacto eléctrico de Mini ya está a punto de debutar: el Mini Countryman, de 4,43 metros de longitud, se fabricará en serie en Leipzig con propulsión eléctrica a partir de enero de 2024. No obstante, al igual que el BMW iX1 (e iX2), este modelo se basa en la plataforma UKL de BMW, concebida como plataforma mixta.
La producción de un modelo de tamaño similar o ligeramente mayor en Norteamérica podría tener sentido, especialmente teniendo en cuenta la situación geopolítica.
A diferencia de un Countryman eléctrico fabricado en Leipzig, un crossover eléctrico de México podría optar a la totalidad de la desgravación fiscal para EVs de 7.500 dólares en EE.UU.
La fabricación en China -como en el caso del Mini Cooper eléctrico y el crossover más pequeño Aceman- tampoco resulta atractiva en el segmento de mayor volumen y más sensible a los precios, debido a los aranceles de importación estadounidenses del 27,5%.
Otra razón para producir un modelo adicional en San Luis Potosí es que BMW podría usarlo para aumentar la utilización de la capacidad en la planta de México, que apenas se inauguró en 2019.
Según cifras de AutoForecast Solutions, la planta sólo funciona al 32 por ciento de su capacidad con los modelos de combustión actuales. Esto no sólo dejaría espacio para modelos eléctricos de BMW basados en la Clase Nueva, sino también para un Mini.