La Cámara de Senadores de México considera el tratamiento de un Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Corea del Sur y México para potenciar el comercio referido a, entre otros rubros, electromovilidad.
Este tratado busca mejorar las condiciones jurídicas y arancelarias del intercambio comercial entre ambos países, teniendo en cuenta el flujo de productos que ya se produce y los negocios que podrían proyectarse.
Kim Wonho, profesor de la Universidad de Hankuk de Estudios Extranjeros, desarrolla en el ámbito del Senado el contexto y los rubros de potencial beneficio mutuo para los Estados.
El experto ubica que en el marco de la guerra Ucrania-Rusia, la disputa Estados Unidos-China y la transición energética mundial, podrían potenciarse nuevas industrias en ambos países.
“Corea del Sur y México podrían llevar su TLC bilateral a convertirse en un marco jurídico proactivo en ese sentido”, indica Wonho.
Y suma: “Podemos fortalecer nuestras posiciones en regímenes internacionales, diseñando operación bilateral en nuevas industrias tales como los vehículos eléctricos, semiconductores y energías renovables”.
Cabe destacar que, en el marco del proceso de nearshoring mexicano, unas 80 empresas de Corea del Sur quieren invertir en electromovilidad y chips en México.
De todas maneras, cabe señalar que un tratado podría balancear el déficit comercial que existe entre estos dos países.
El mismo suma un total de 12.582 millones de dólares. Esto representa el 60% de lo que Corea del Sur compra anualmente.
“En épocas ‘normales’ la integración de facto es explicativa, pero en tiempos de incertidumbre es necesario ir más allá”, indica Wonho.
México suma inversiones internacionales en electromovilidad
En el camino hacia relocalizar la cadena de valor de vehículos eléctricos en México, además de Corea del Sur, la nación lleva adelante intercambios con países como Alemania, Estados Unidos, Canadá, India, China, y Japón.
También existen intensiones de impulsar articulaciones con Suecia.
En relación a Alemania, se relanzó la mesa de trabajo México-Alemania de energía y electromovilidad.
El embajador, Wolfgang Dold, recibió el compromiso de la Secretaría de Relaciones Internacionales (SRE) para avanzar en acciones que den “certidumbre” a la inversión.
En relación a Canadá, desde Sonora se han celebrado reuniones para alentar inversiones en materia de electromovilidad.
Cabe recordar que este Estado es sede de una de las cartas más importantes del Gobierno: el Plan Sonora.
Este contiene litio, energías renovables en base a paneles solares y el desarrollo de la industria de la electromovilidad.
En ese sentido, el gobernador Alfonso Durazo estuvo en Estados Unidos y Canadá en reuniones con funcionarios y empresarios, donde se incluían fabricantes de autos eléctricos.
Las mismas tuvieron como sede a Washington y a Toronto, donde se establecieron “compromisos” en materia de inversión para el Estado.
La electromovilidad estuvo presente en las mesas de diálogo junto con el Banco de Montreal y el ministro de economía de Canadá, Victor Fedeli.
En materia de articulación con Estados Unidos, se puede afirmar que es el vínculo más fuerte de México.
En primer lugar, proveer al gigante norteamericano de vehículos eléctricos es una posibilidad expectable para el país, teniendo en cuenta que Joe Biden impulsó medidas pro-electromovilidad que alientan la adopción.
Por otro lado, los compromisos internacionales son ineludibles: el T-MEC otorga un marco al país, que se ubica entre las diez (y algunos dicen dentro de los cinco) naciones con mayor grado de producción de automóviles.
A su vez, México y Estados Unidos han celebrado la confección de una hoja de ruta común para la electrificación del transporte.
En esta estrategia se involucra la SRE, con responsabilidad específica en la Dirección General de Impulso Global, a cargo de Margarita Alcántara Alcala, y también a la Alianza Mx – Universidad de California, a cargo de Isabel Studer.