México | México - Vehículos Eléctricos
viernes 19 de julio de 2024
País clave. México, un estratega en Latinoamérica que conquista mercado de electromovilidad y seduce a EEUU
Entre las características que posicionan a México como la máxima potencia de América Latina en electromovilidad, una clave es el nearshoring, aunque hay mucho más. A continuación, un recorrido por suelo mexicano y sus avances en transición energética.
mexico
Compartí la nota

¿Adiós gasolina, hola México? Cada vez más empresas lo consideran, es que el país azteca aparece como un jugador fundamental en la movilidad sostenible.

El nearshoring está detrás de este boom: empresas de producción de vehículos eléctricos (EVs) y componentes como baterías, motores eléctricos y sistemas de carga, están instalando sus operaciones allí para estar más cerca del mercado norteamericano, sobre todo de Estados Unidos.

Lo cierto es que la proximidad al mercado estadounidense reduce tiempos y costos de transporte, permitiendo una respuesta rápida a la demanda. 

Además, el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) ofrece ventajas arancelarias y regulaciones favorables, mientras que la mano de obra calificada y competitiva del país es un atractivo clave. 

Los beneficios en profundidad

Uno de los puntos más destacados del T-MEC es la reducción de aranceles para vehículos eléctricos y sus componentes. 

Esto no solo abarata costos de importación y exportación, sino que también permite a las empresas mexicanas ofrecer precios más competitivos en el mercado global

Aparte, incentiva la producción de vehículos eléctricos en América del Norte, creando un entorno favorable para los fabricantes del país. 

A su vez, el tratado simplifica el cumplimiento regulatorio: los fabricantes en México pueden acceder a Estados Unidos sin problemas, transformándose en una ventaja para los inversores.

El despliegue del gigante asiático en México

Ese hueco lo ve China, que en su ímpetu por liderar las ventas de vehículos eléctricos, considera a México como un aliado estratégico.

La realidad es que la presencia del país asiático en el mercado sostenible europeo es notoria. De hecho, en febrero de este año, uno de cada cinco coches eléctricos matriculados en Europa fue fabricado en territorio oriental. 

Como resultado, las automotrices tienen entre manos la instalación de plantas a lo largo y ancho del «viejo continente».

El panorama se replica en Latinoamérica, donde los chinos ven una oportunidad para dar el salto y establecer producción propia. 

En este contexto, el mercado mexicano puede resultar muy atractivo y ofrecer una oportunidad única.

Actualmente, alrededor de 20 fabricantes chinos venden automóviles en México, aunque ninguno cuenta con una planta en el país.

Sin embargo, eso está por cambiar, ya que marcas como BYD, Grupo Chery y Great Wall Motors se encuentran en suelo mexicano definiendo ubicaciones para instalar sus fábricas.

Al mismo tiempo, JAC ampliará su planta de producción de Hidalgo con el propósito de operar siete líneas de ensamble y, así, adelantarse a la demanda con la presencia de coches y camiones eléctricos. 

Cabe destacar que la jugada viene con complicaciones: Estados Unidos subió al 100% los impuestos a vehículos chinos, y bajo presión de norteamérica, México dejó de ofrecerle al país asiático incentivos como terrenos de bajo costo o recortes de impuestos para la inversión en la producción de vehículos eléctricos.

Tesla y su Gigafactoría

Pero el despliegue no es solo de China, la firma de Elon Musk invertirá cinco mil millones de dólares en una planta de vehículos eléctricos en Nuevo León. Se trata de una producción que alcanzará el millón de unidades al año. 

Un hito significativo para México: el país confecciona 2,4 millones de unidades por año siendo, según las autoridades, el cuarto productor en el mundo. El nuevo volumen sumaría más de un 40% en tecnología cero emisiones.

¿Más oferta, más demanda?

Un punto aquí es que, si México aspira a convertirse en la cabeza latinoamericana de la electromovilidad en los próximos años, debe lograr una mayor penetración de vehículos sostenibles.

Los números no van mal. Se observa que en febrero de 2024 se vendieron 7248 coches con tecnologías que buscan descarbonizar el parque vehicular.

Esta cifra constituye un 6.4% del total de ventas de vehículos ligeros en México.

Ahora bien, ¿qué lugar ocupan los electrificados?

De ese porcentaje, la participación de los cero emisiones es de 1.24% con 1405 unidades. Los híbridos se llevan la mayor parte de las ventas con el 4.75%, es decir 5379 coches comercializados.

Por su parte, los híbridos enchufables son la minoría, en ventas totales representan el 0.41%, unos 464 vehículos. 

En este sentido, Guillermo Rosales Zárate, el presidente ejecutivo en la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), pone los puntos sobre las íes. 

“Sigue siendo marginal la participación de los vehículos 100% eléctricos en el mercado mexicano rondando apenas el 1%”, manifiesta el ejecutivo. 

Aquí deja las cosas claras. Pues para Rosales Zárate, no hay en suelo mexicano una política pública que logre estimular el consumo de los electrificados. 

De modo que desliza un pedido del sector: que a partir del 1° de octubre, con una nueva administración federal, se establezcan políticas “más cercanas” para promover no solo los coches eléctricos, sino también, la implantación de infraestructura de recarga e impulsar una renovación del transporte público. 

Sheinbaum: un panorama favorable para el sector

Luego de ganar las elecciones por amplio margen, Claudia Sheinbaum se convirtió en la primera mujer presidenta en la historia de México. 

Se caracteriza por ser una fiel «propulsora” de la electromovilidad y continuará el cambio que inició Andrés Manuel López Obrador en 2018. 

“Respetaremos la libertad empresarial y promoveremos y facilitaremos con honestidad la inversión privada nacional y extranjera que fomente el bienestar social y el desarrollo regional, garantizando siempre el respeto al medioambiente”, manifestó la política luego de conocerse los resultados que la dieron ganadora. 

También, afirmó que la continuidad de Morena en el Gobierno Nacional será con una política exterior “basada en nuestros principios constitucionales de no intervención, cooperación internacional para el desarrollo, autodeterminación de los pueblos y construcción de la paz”.

Mientras que hizo referencia al vínculo con Estados Unidos como “amistad, respeto mutuo e igualdad”. 

No caben dudas que en la cabeza de Sheinbaum está el nearshoring, por lo que resulta fundamental definir una nueva estrategia diplomática con Washington.

¿Por qué? Para México significa la posibilidad de acceder a inversión extranjera directa escapando de las legislaciones restrictivas que responden a guerras geopolíticas.

De modo que no importaría la nacionalidad de la inversión, si se proponen modelos de desarrollo a favor de las poblaciones locales. 

Destacados.