El sector de la movilidad eléctrica mexicano busca generar un censo que identifique de forma “única y fehaciente” la cantidad y calidad de los puntos de carga en el país. Es decir, analizar las opciones de tecnología existentes para identificar el estatus de funcionamiento de los cargadores, destacando la importancia de desarrollar una estrategia de mantenimiento.

Así lo dejaron plasmado las empresas mexicanas así como también el sector público en las recomendaciones para la electrificación del transporte publicada por la Secretaría de Relaciones Exteriores. Al respecto de la implementación, desde el ente se afirmó que se generarán grupos de trabajo para cumplir los objetivos planteados.

¿Cuál es el objeto de este censo? Utilizar los datos para pronosticar cuántos cargadores requerirá en un futuro el parque vehicular. Asimismo, también busca dar precisión a la demanda de energía necesaria. 

Al respecto de este último punto, cabe recordar que la Comisión Federal de Energía (CFE) afirmó a Portal Movilidad que, si se sostiene la tendencia de crecimiento del parque vehicular en un 30%, dentro de diez o 15 años la movilidad eléctrica representaría el 3% de la demanda eléctrica nacional. 

Por otro lado, la dependencia estima un parque vehicular eléctrico de 12.400 vehículos cero emisiones en circulación y aproximadamente 2.500 puntos de recarga pública. Proyectando la misma tendencia (que promete acelerarse), podrían estar en circulación alrededor de 700.000 vehículos eléctricos en el país, según la comisión. 

“Conocer la ubicación de cargadores públicos facilita el uso de vehículos eléctricos y, por lo tanto, acelera la adopción de estos”, suma el documento publicado por la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE). 

Por otro lado, los sectores involucrados también afirman que, cuantificar y cualificar el parque de carga, colaboraría con otro objetivo: priorizar el despliegue de infraestructura en carreteras. 

Esto se debe a que la recarga de los vehículos ligeros “se hará primordialmente en las residencias” y que los vehículos pesados aún no cuentan con la autonomía suficiente para recorrer grandes distancias. 

Otro desafío para este segmento es el despliegue de 4G y 5G para conectar los vehículos a la red de carga y optimizar la experiencia del usuario, así como también la centralización de datos que permita monitorear la performance de la red. 

Por otro lado, vale recordar que otra cuenta pendiente de la articulación binacional tiene que ver con estandarizar los cargadores que, actualmente cuentan con siete variantes. Se busca orientar ese proceso hacia los tipos de cargador preponderantes en Norteamérica. 

Esto se debe al compromiso del país de participar en los acuerdos regionales como el T-MEC y la misma articulación con Estados Unidos para coordinar la transición vehicular hacia la electromovilidad.

En materia de infraestructura de carga, cabe destacar que el año pasado arribó al país la empresa Evergo con un plan para distribuir 15.000 estaciones en todo el territorio nacional, comenzando por los principales centros urbanos. Al respecto, la empresa se expidió sobre sus planes durante este año.

“Este año esperamos instalar el primer desembarque de 700 unidades de carga, prácticamente el 40% será DC”, adelanta Wellington Reyes, director de Innovación en Evergo Mobility, durante el evento “Movilidad Eléctrica y Sostenible en Latinoamérica y el Caribe: Casos de éxito 2023” organizado por Portal Movilidad.

Con respecto a la totalidad del plan, más del 80% está pensado para carga pública. La red se distribuirá en cuatro fases a cumplir en diez años: en la primera, se instalarán cargadores donde existe una mayor concentración de venta de vehículos eléctricos como CDMX, Guadalajara, Monterrey o Querétaro, entre otros.

Al respecto de las siguientes etapas, la segunda se vincula con aumentar ese rango a 300 km, la tercera a 500 km y la última a 750 km. La intención de la firma es al menos contar con estaciones de carga de medio megawatts, donde habrá cuatro cargadores rápidos de entre 50 kW y 150 kW, todos con soluciones escalables hasta los 600 kW.