Mercedes-Benz, sinónimo de innovación y lujo, se prepara para introducir vehículos con el estándar de carga NACS (North American Charging Standard), popularizado por Tesla.
Jerónimo Lara, representante comercial de Mercedes-Benz México, detalla a Mobility Portal Latinoamérica los planes de la compañía y los desafíos que enfrenta en este contexto.
Según el experto, la decisión de reemplazar el estándar europeo por el NACS responde a una necesidad de alinearse con tendencias de infraestructura en América del Norte.
“Se proyecta que todos nuestros modelos para 2025 incluyan la entrada americana tipo Tesla, dejando atrás las conexiones europeas para este mercado”, señala.
Esta decisión se enmarca en un panorama donde Tesla lidera la infraestructura de carga en México, mientras que el estándar chino GB/T también gana terreno con la llegada de nuevos fabricantes.
Aunque los modelos actuales mantienen las entradas europeas, Mercedes-Benz asegura la disponibilidad de adaptadores para que sus clientes no enfrenten inconvenientes ante la red de carga.
“Queremos garantizar que cada cliente tenga acceso a soluciones prácticas, adaptadores incluidos, para no limitar el uso de sus vehículos eléctricos”, explica el representante.
Una gama eléctrica que se expande
Actualmente, la línea de vehículos eléctricos de la marca en el país latinoamericano incluye sedanes como el EQE y el EQS, además de SUVs como el EQA y el EQB.
Lara adelanta que en 2025 la marca lanzará un nuevo modelo que fusionará las características más destacadas de vehículos anteriores.
Este esfuerzo responde al objetivo de incrementar las ventas y posicionar a la empresa en un segmento de entrada más accesible.
En este punto, cuenta: “Estamos trabajando en un modelo que mantenga las virtudes de un Mercedes-Benz pero a un precio competitivo, especialmente diseñado para la movilidad urbana”.
Así, la automotriz busca atraer a clientes que priorizan la sostenibilidad y eficiencia económica, aspectos que también se ven impulsados por incentivos fiscales.
Incentivos y perfiles de los compradores
En México, los incentivos fiscales son un factor clave para la adopción de vehículos eléctricos.
Lara destaca que, mientras un vehículo a combustión paga impuestos de hasta 26.000 pesos anuales, un modelo eléctrico como el EQA solo requiere el pago de 4.100 pesos para la renovación de placas.
Estos beneficios fiscales, junto con el menor costo de mantenimiento y el acceso a deducciones por actividades empresariales, hacen que los vehículos eléctricos sean una opción atractiva para flotillas corporativas y clientes individuales.
“El perfil de nuestros compradores típicos son personas de entre 35 y 45 años, conscientes de los beneficios ecológicos y económicos de la movilidad eléctrica”, precisa.
Infraestructura de carga y colaboración
Sin dudas, el desarrollo de una red de carga robusta sigue siendo un desafío en México.
Y es que ningún auto eléctrico es útil sin una red de carga confiable. Mercedes-Benz lo entiende y, por eso, trabaja en colaboración con empresas como VEMO para fortalecer la infraestructura existente.
Al mismo tiempo, desarrolla estaciones propias en áreas esenciales, buscando eliminar la ansiedad de autonomía que todavía frena a los compradores.
La red NACS en México
Conforme el último Barómetro de Electromovilidad, elaborado por la Electro Movilidad Asociación (EMA), el país ya cuenta con 1.366 posiciones de recarga bajo este formato.
De acuerdo con el informe, la mayor parte de las posiciones de carga se concentran en la red pública, con 1,332 puntos activos. De estos, 182 cargadores son de corriente continua (DC), utilizados para cargas rápidas, mientras que los restantes 1.150 cargadores corresponden a corriente alterna (AC), diseñados para una recarga más prolongada en espacios como estacionamientos y centros comerciales.
La red privada, en contraste, aporta 34 posiciones bajo el estándar NACS, principalmente en instalaciones residenciales y corporativas.
La distribución de estos 1.366 puntos de recarga a lo largo del territorio mexicano puede traducirse en que la estandarización de conectores, como el formato NACS, está facilitando la interoperabilidad, un eje crucial para incrementar la confianza de los usuarios y fomentar la adopción de vehículos eléctricos.