La Fundación Ecología y Desarrollo (ECODES) y el Observatorio de Sostenibilidad publicaron su informe sobre el estado de los puntos de recarga en España.

Abarcando el período 2022- 2023, el documento presenta un análisis de la actualidad del sector en clave territorial.

Esta segunda edición, firmada por ambas entidades, contempla la distribución de puntos de recarga en las áreas naturales protegidas y en zonas de interés turístico.

Allí se destaca que las zonas de interés turístico representan una décima parte del territorio español pero concentran la mitad de la red de recarga existente.

Las mismas poseen el 48% de los puntos de recarga, el 53% de los cargadores y el 46% de los cargadores de alta potencia.

Son el territorio más deseable para la inversión por razones de mercado.

En ellas se han contabilizado un total de 4.023 puntos de carga y 12.883 cargadores activos en 2023 en una superficie de 46.881 km2.

En contraposición, las áreas naturales protegidas representan un tercio de la superficie del territorio nacional y poseen el 15% de los puntos de carga.

Además, el 8,5% de los cargadores y el 7% de los cargadores de alta potencia.

En las áreas naturales se encontraron un total de 1.265 puntos de carga y 2.050 cargadores, de los cuales sólo 70 de ellos son de alta potencia.

Acorde con las fuentes, la presencia de cargadores cerca de las áreas protegidas está influenciada por la cercanía a áreas turísticas.

Ejemplo de ello es la costa turística del arco mediterráneo o las grandes áreas urbanas, como Madrid o País Vasco.

Mientras tanto, la red en las áreas protegidas del interior o el norte se encuentra menos desarrollada.

Como tercer territorio a comparar, las áreas rurales representan una cuarta quinta parte del territorio y posee el 14% de los puntos de recarga.

En dicha zona se hallan tan sólo 13 conectores de alta potencia.

En las áreas rurales hay un punto de recarga cada 333 km2. En comparación, en las áreas urbanas hay uno cada 2,84 km2.

“El atraso y dejadez en el despliegue de esta infraestructura en las zonas rurales es más que evidente”, denuncia el documento.

Hay que considerar que en 2022 el porcentaje de puntos de recarga en este territorio era del 18% y actualmente descendió 4 puntos porcentuales.

Mientras que las áreas urbanas tienen casi 1.500 puntos de carga nuevos, y las carreteras principales casi 700, en el sector rural se instalaron 34 a lo largo de un año.

Como conclusión, la actual distribución de los puntos de carga se sitúa sobre todo en las áreas de mayor concentración de población, respondiendo a lógicas de mercado por sobre la democratización de la electromovilidad.

Considerando todas las áreas, la mayor dotación de cargadores en términos absolutos se sitúa en las provincias costeras vinculadas a zonas de interés turístico.

Puntos de recarga y conectores no activos

Otro dato a destacar del informe tiene que ver con la cuantificación de puntos de recarga instalados no activos.

Los porcentajes de inactividad variables rondan entre el 14% y el 44% según distintos factores vinculados con ubicación y potencia de recarga.

Las áreas urbanas son las que tienen menor riesgo de encontrar un punto que no funciona. Mientras que en las zonas rurales o en los corredores los porcentajes
de inactividad son mayores.

El peor panorama es para las cargas rápidas en entornos rurales, con el 44% de inactividad; hecho especialmente problemático en los desplazamientos de media y larga distancia.

El uso eficiente de los cargadores públicos es un factor clave en el desarrollo de la electromovilidad ya que afecta la confianza del usuario a la hora de optar por la tecnología.

Algunas conclusiones de ECODES

• Si bien en el último año hubo un crecimiento significativo en la red de recarga, se está dejando atrás el área rural.
• La demora en la transición eléctrica se vincula a la falta de infraestructura de carga pública equivalente a la red de gasolineras.
• En 2023 se han incrementado un 35% los puntos de carga y un 44% los conectores totales. En relación a los objetivos, el ritmo de crecimiento es insuficiente.
• Solo el 3,8% de los conectores actuales en funcionamiento tienen una potencia superior o igual a 150 kW.
• A pesar del incremento de cargadores de alta potencia, la existencia de infraestructura en los tramos de los corredores de la red principal de carreteras sigue siendo tan preocupante como en 2022.
• Salvo en las proximidades de grandes áreas urbanas, es muy difícil encontrar tramos de carreteras entre puntos de carga de alta potencia de menos de 60 km de longitud.