Con el avance de la electromovilidad en Costa Rica, las empresas de energía, como el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), aseguran que deben estar preparadas con una visión a futuro que contemple una multiplicidad de cargadores y estándares de vehículos eléctricos.
Si bien la ley que regula esta temática ya comenzó a estandarizar los tipos de conectores que se utilizarán en el país, hay compañías que entienden que el mercado apuntará a otros, los cuales no pueden pasar desapercibidos en sus proyectos.
“Vimos que teníamos que enfocarnos a contar también con ese otro conector”, señala Roberto Quirós Balma, coordinador de movilidad eléctrica en ICE, durante el especial organizado por Portal Movilidad, y agrega: “Es por eso que interactuamos con todo el ecosistema, procurando que a nivel de adaptadores nuestros cargadores puedan permitir una interactividad con otros estándares”.
Una perspectiva abierta y flexible, en un contexto tan mutable, es clave, no solo para el negocio sino también para una mejor experiencia del usuario. “Tenemos pocos vehículos que se salen del esquema del triple conector CC1, CHAdeMO y GBT. Pero siempre que viene un vehículo con un conector diferente, procuramos, en conjunto con el Gobierno, asesorar para que venga con los conectores disponibles”.
En esa misma línea, asegura: “No nos cerramos a que puedan venir otras tecnologías. Veremos a futuro como iremos adaptando la red, no solo la nuestra sino también de las demás distribuidoras, a ese universo de cargadores”.
Asimismo, la homologación de los cargadores implica importantes beneficios, en especial, desde un punto de vista de costos. “El lograr estandarizar los cargadores nos va a permitir tener menos equipo disponible, mucho más barato y que implique menos inversión. De esta manera, al usuario le va a ser más rentable la movilidad eléctrica”, indica Quirós Balma.
Sin embargo, la ley, que incentiva que haya solo una plataforma, no tiene en cuenta la existencia de múltiples dueños de cargadores. Y esto significa terminar yendo en detrimento del usuario.
“Necesitamos comprender cómo, por ejemplo, un usuario que va a venir desde Panamá a Costa Rica, sin una matrícula a una plataforma nacional, va a disfrutar del país con su vehículo eléctrico”, expone el coordinador de la empresa estatal, y añade: “Cada uno de nuestros reguladores debe resolver el habilitar estos modelos de negocios de forma mucho más sencilla y abierta para los usuarios”.
Finalmente, Quirós Balma destaca: “El lograr resolver esos cambios en la regulación, a la hora de vender ciertos elementos de electricidad, es el candado que tenemos que intentar abrir. Y luego, hay que pasar a la discusión de la interoperabilidad de la plataforma a nivel nacional con las plataformas de otros países”.